Motivation - Junhao

El Amigo De Jun

- Ya me duele la espalda... -Junhui intentaba mantenerse quieto mientras copiaba la pose que Minghao le había marcado.
Se encontraba boca abajo en la arena, con su cabeza apoyaba en sus manos y su cola formando un arco sobre su espalda.
No era incómodo, pero después de treinta minutos en la misma posición, sus brazos empezaban a dormirse.

- Ya casi -Minghao terminaba los últimos trazos en el cuaderno, volteandolo para mostrarlo a su modelo.

Jun no sabía que decir.

- Está muy bonito... ¡Pero esta ni siquiera es la pose que hice! -Dijo señalando el dibujo.

- Intenté hacerla, pero mi mano tomó otro camino a la mitad.

- ¡¿Y por qué no me lo dijiste a la mitad?!.

- Es que estaba inspirado -La sirena suspiró, levantándose y haciendo tronar algunos huesos de su espalda- No te preocupes, te lo voy a compensar.

Ayudó a Jun a enderezarse y a volver al mar, su cabello se mojó y su cola volvió a brillar con la frescura del agua.
Era un día extremadamente caluroso, y lo peor es que llevaba ahí desde el mediodía.
Junhui había sido obediente, así que lo mínimo que podía hacer, era cumplir con su parte del trato.

- Muy bien, dime mi tarea, ¿Que hay que buscar primero? -Minghao tomó asiento en las rocas, siendo salpicado por la sirena cuando salió nuevamente a la superficie.

- Es sencillo -Dijo poniendo un objeto en las manos del humano- Necesito que encuentres el gabinete de mi amigo, ahí tenía todas sus pertenencias.

Minghao abrió sus manos, para ver una pequeña y oxidada llave de hierro.

- Bien, ¿Y que es un gabinete?.

- Yo... Ehm... -Jun rascó el costado de su cabeza mientras pensaba- En realidad no sé, lo que si sé, es que solía ser un marinero, trabajaba en la costa al otro lado de la playa, de hecho fue ahí donde nos conocimos -Junhui saltó sobre las rocas y tomó asiento.
Mantuvo el silencio un rato, parecía pensativo, pero Minghao no alcanzó a pedirle que siga cuando comenzó a hablar- Se llamaba Choi, nunca supe su nombre completo pero yo le llamaba Choi -Miró al artista a los ojos, se veía nostalgia en ellos- El mencionó que guardaba cosas importantes en ese lugar, y si consigues encontrar su gabinete ¡Puede que haya alguna pista de su paradero ahí!.

- ¡Un segundo, ¿No sabes ni lo que es, ni donde está?! -Dijo Minghao mientras se ponía de pie- ¡¿Como se supone que debo encontrar algo de ese tipo? Ni siquiera sabes su apellido!.

- Eey tranqui niño, tengo eso cubierto -Sonaba convencido- Mira la insignia grabada en la llave.

Minghao dio vuelta la llave para, en efecto, encontrar una pequeña insignia en la parte superior.
Era la silueta de una cola, juraría que es de sirena pero podría ser de cualquier cosa.

- Esa es la insignia que llevaba el barco de Choi a un costado, justo abajo del nombre de su bote, si consigues encontrar su barco y abrir su camarote con esa llave, estoy seguro de que el camino a su "gabinete" va a estar ahí.

- ¿Y no sabes como se llamaba su bote?.

- Bueno... -Dijo Jun un poco avergonzado, mientras jugaba con su cabello y soltaba una pequeña risa- No se leer, ¡Pero no debe ser tan difícil! ¿Cuantos Choi puede haber en la isla?.

Minghao suspiró abatido, pero en parte, la sirena tenía razón.
Si el pueblo tenía más de dos mil habitantes ya era mucho, y recorrerlo de punta a punta con una bici no le iba a tomar más de un día, por lo que esperaba poder encontrarlo antes de que su estadía en ese lugar terminase.