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Sábado, 21 de agosto.

La madrugada del veintiuno fue completamente ajena, no dormí ni un poco, tal vez fue causa de la extasía que me causaba tenerlo tan cerca de mi, podía oler su fuerte perfume tropical, podía notar sus largas y anchas venas del cuello marcarse al hablar, podía ver el brillo de luna reflejado en sus lindos ojos azules: estaba segura que si me diera la oportunidad podría hacerlos brillar con más intensidad que cualquier otro brillo, les daría un brillo peculiar.

Admiré la pieza de arte que había creado Roger por horas, trataba de crearle una historia a aquel retrato y no descanse hasta obtenerla. No me costó mucho pero, debía ser perfecta; él leería el escrito y eso me hacía borrar cada mínimo detalle que no me pareciera del todo agradable. Después de terminar la pequeña carta nombrada como "El sol y la noche"  concilie el sueño de inmediato; el propósito fue exitosamente logrado, me levante temprano para alcanzar a Roger en su segundo día libre, debía crear otra tonta excusa para pasar la mayor parte del día a su lado y que pareciera lo más espontáneo y romántico jamás visto por ojos humanos.

Cómo era ya rutinario, me duché, elegí ropa de temporada intermedia, peiné un poco mi cabello y bajé.

Llevaba una ligera camisa verde de mangas largas acompañada de unos pantalones elegantes tiro alto color azul y unas botas blancas. Con cámara en mano y hojas llenas de versos bajé encontrándome a Paola en la cocina.

—Hola— Saludé mientras tomaba asiento en la amplia mesa ubicada en la cocina.

—Hola Luce— Respondió—, ¿Podría saber el con quién o a dónde?.

—¿A qué te refieres?— Pregunté.

—Te bañaste.

—Si, así es.

—Oh' vamos, dime nombres— Rogó sentándose a mi lado.

—¿¡Qué!?— Cuestioné aún confundida.

—Es obvio que tienes un almuerzo de ensueño romántico, dime con quién.

—No tengo ni el almuerzo, ni el ensueño, ni lo romántico.

—¿Ah, no?— Pausó—, ¿Y Dave?— Cuestionó con picardía.

—Oh' querida hermana, créeme; me ofende muchísimo.

—¿Qué?— Pausó—, Dave es un buen muchacho, es guapo, inteligente y dedicado. ¿Qué te detiene?— Preguntó.

—No es la persona con la que quisiera estar, no es ni parecido a la persona con la que quiero estar.

—¿Quién se supone que es él?.

—Roger Taylor— Respondí—, él es fantástico; fantástico es una vergüenza de alago a lo que se merece.

—Deja de tutearlo, él es mayor.

—¿Ah, qué?— Pausé confundida—. Pensé que me apoyabas en esto.

—¿Cometer pedofilia?, estoy fuera.

—Por favor, soy mayor de edad Paola William's— Pausé—,y hace unos días me estabas emparejando con él.

—Bueno en mi defensa, no sabía que en realidad te atreverías a conquistar el amor y pasión de un señor.

—Lo acabas de decir, ¿Qué me detendría para hacerlo?.

—Dije eso al pensar que tenías un lindo e inocente romance con Dave, un muchacho de tu misma inocente edad.

—Amo a Taylor— Afirmé.

—Lo dices con tanta seguridad que casi me haces olvidar el echo de que en realidad no lo conoces.

Touché de parte del enemigo.

The same moon- [Roger Taylor] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora