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~A veces en las tardes de primavera me gusta sentarme a pensar, me gustaría pensar en cosas que suceden a mi alrededor pero; ¿Sabes qué?, nunca lo consigo.

Mis pensamientos vuelan directo a ti, pienso en que tú y yo vemos el mismo verde brillante del césped, sentimos los mismos rayos de sol chocar contra nuestra piel, sentimos la misma agua chorrear desde la manguera y la luna; la misma luna.

Cuando el día acaba y veo la luna me pregunto si tú también la estarás viendo, tú no tienes motivos para ver la luna de noche o bueno no tenías.

Recuerdo la primera vez que vi una foto tuya caminando por Londres, los rayos dorados del sol chocaban contra tu cabello y se reflejaban en tus lentes de sol que lamentablemente no dejaban ver tus lindos ojos azules; tus labios tenían estampados una sonrisa enorme y en esa foto estaba la razón de tu sonrisa, era ella.

Ella y tú paseando por Londres con sus dedos atados tal vez por la eternidad, compartiendo momentos que estoy segura que jamás olvidarán. Recuerdo que desde ese día mis pensamientos eran tantos que mi mente estaba demasiada ocupada como para dormir, solo podía pensar en la suerte que tenía ella.

Tú no sabes de mi existencia, no conoces mi voz, no conoces mi sonrisa, no conoces mi tacto, no conoces mi manera de amar, no me conoces; pero mi manera de pensar cambio cinco meses después.

Eran fotos nuevas de ti paseando por Londres, esta vez estaba nublado, tu cabello estaba diferente, tenías lentes obscuros que escondían tu mirada y en cuanto a tus labios, tus labios no reflejaban ninguna emoción. Tus dedos no estaban enredados en los de ella, ahora tenías un cigarro entre ellos y ¿Sabes qué?; aún que esos lentes taparán tu mirada yo sabia que tus ojos azules dejaron de brillar, estaban apagados.

En ese momento supe que tú y yo veríamos la luna en la noche, me emocionaba saber que tú mirada y la mía estarían conectadas por una estrella gigante a millones de metros de la tierra y aún que tú la veías por ella y yo la veía por ti; esa noche nuestras miradas estaban conectadas por la misma luna.~

Londres, 1982.

—Papá quiere vernos.

—Ahora mismo estoy ocupada, Paola— Mentí.

—Parece algo importante Luce, ¿¡Dejarás a tu padre morir!?— Exageró sin algún descaro.

—¿Del uno al diez que número representa la urgencia de papá?.

—Oh' vamos, si sigues así nadie de la familia te extrañará cuando decidas irte a la universidad y te recuerdo que debiste irte de aquí hace más de dos años.

—Créeme, en cuanto las vacaciones terminen jamás volverás a verme por aquí; y solo bajaré por papá.

Mi padre entro a la habitación interrumpiendo la pequeña discusión que había creado con mi hermana.

—¡Basta!. Necesitaré su máxima ayuda por los próximos días, tal vez por un poco más de lo que dura la semana.

—¿Nos pondrás a laborar en plenas vacaciones?— Cuestionó.

—No laborarán, mantendrán la paz y la cordura por ese tiempo en casa. Eso significa, no visitas por ese periodo de tiempo, no fiestas, no escándalos, no peleas, no discusiones... nada de ruido si es posible.

The same moon- [Roger Taylor] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora