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La música que salía del gramófono junto con las carcajadas de los invitados resonaban por todo el salón en la casa de los Jeon. Las mujeres llevaban vestidos despampanantes, con brillos, flecos o lentejuelas, muchas de ellas además usaban joyas elegantes en ambas manos y sobretodo collares de perlas, los hombres por otro lado también estaban vestidos para la ocasión con trajes de diseñador, sombreros y zapatos relucientes.

Jungkook observó a su padre a unos metros de distancia, su postura era firme, sonreía ladino y llevaba una copa en mano mientras conversaba con su madre y unos colegas. Manipulador, pensó. Era el hombre más falso que había conocido y aún así había gente que caía ante sus adulaciones, no era difícil para ellos caer cuando se sentían importantes sólo porque el señor Jeon les daba un halago y charlar un rato, obviamente esa conversación superflua era un plan que con lujo de detalles el hombre viejo había planeado para expandir su negocio en el bufete de abogados que tenía.

Jungkook lo miraba desde una esquina con el ceño fruncido, él también vestía elegante con un traje burdeo que lo hacía destacar entre la multitud de invitados y tomaba un vaso de un Whiskey caro que había encontrado en unas de las vitrinas de la casa, el reloj de madera aún no marcaba las doce y ya había mucha gente ebria bailando y riéndose al compás.

Muchas jóvenes refinadas que se encontraban por ahí se le acercaban buscando llamar atención pero éste era indiferente, a pesar de que eran atractivas y de excelentes familias, no mostraba ningún signo de interés en alguna de ellas porque de seguro su padre lo uniría en matrimonio con la primera mujer que entablara conversación. Así que se limitaba a responder con monosílabos tratando de ser lo más educado y amable posible.

Se sentó frente a la chimenea esperando que el reloj diera el tic final y que Taehyung llegara con su familia para poder largarse de ahí lo antes posible. Sus padres eran muy amigos y Jungkook siempre había sido como un hijo más para los Kim y en vista de que sus padres la mayoría del tiempo estaban tan ensimismados en sus propios asuntos, no se molestaban en preguntar dónde andaba o porque llegaba tarde si es que lo hacía.

Se encontró con la mirada de su padre al otro lado de la sala y éste le hizo señas para que se acercara. Jungkook caminó hacia ellos y reconoció algunos colegas del hombre mayor saludandolos con un asentimiento de cabeza.

—Caballeros, les presento a mi hijo Jungkook.

Su padre dio una sonrisa y le apretó los hombros en señal de aprecio, a lo que Jungkook bufó, cuánto deseaba que se le cayera esa falsa máscara para mostrar a todos la clase de escoria que era su padre.

—¡Jungkook! Ya eres todo un hombre —exclamó uno de los colegas, dándole unas palmadas en la espalda.

—¿Qué edad tienes? ¿Eh? —indagó otro

—Dieciocho años, señor.

—Pareces de veinte —resaltó otro —Jeon ¿Cuándo piensas unirlo al negocio?—dirigió su voz a su padre.

—Luego, primero debe estudiar.

—Por supuesto —afirmaron

—Me imagino que leyes ¿No?

—Así es, señor.

—Es una decisión inteligente, ¿Sales con alguna dama?

—No, señor.

—Podría presentarte a mi hija Jisoo, es delicada como una flor. Deberías casarte pronto.

—Es joven aún, ¿Estás loco? Deja que el muchacho disfrute la vida un poco —interfirió el padre de Taehyung haciéndose presente con una sonrisa

El Baúl De Los Recuerdos | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora