Taehyung había despertado hace un rato, afuera el tiempo parecía no dar tregua, el viento se estampaba en las paredes y hacía crujir la madera en las ventanas. Jungkook por otro lado seguía durmiendo plácidamente en su cama, su pecho subía y bajaba con calma mientras que Taehyung se dedicaba a contemplarlo. A veces el pelinegro dejaba salir leves suspiros que lo hacían sonreír.
El castaño acarició su pelo y detalló sus facciones, vió sus labios entreabiertos, el pequeño lunar bajo él y luego desplazó su mirada hacia arriba, pasó del puente de su nariz que Jungkook odiaba pero que a Taehyung le encantaba a sus ojos cerrados, sus pestañas largas que Taehyung envidiaba y recayó finalmente en sus pómulos firmes. Era bonito, pensó. Jungkook era demasiado bonito.
La mirada persistente en él, hizo que Jungkook se removiera para abrir un ojo desperezándose y encontrando a Taehyung a centímetros de él.
—¿Hola? —Jungkook sonrió aún adormilado y pasó una mano por la mejilla del contrario.
—Hola —sonrió de vuelta y dejó un beso en su mejilla
Jungkook negó y pasó un brazo por la cintura de Tae y lo apegó aún más.
—¿Qué? —Taehyung sonrió y pasó sus manos por el pecho del contrario intentando alejarse —Debo levantarme, debo ir a buscar a mis padres
—No —Jungkook soltó un gemido frustrado y negó apegándose más —Mi beso de buenos días.
—Ya te di un beso —contradijo Taehyung riéndose y golpeando el pecho contrario
—No, eso no cuenta. Vamos —Jungkook cerró los ojos y acercó sus rostros esperando el beso del otro.
—Si cuenta. Vamos, debo alistarme —Taehyung se negó riendo y envolvió sus manos para que lo soltara. Jungkook hizo puchero y el castaño casi creyó que se moría de amor.
—Sólo uno. Mmh, lo prometo —insistió el menor, Taehyung rodeó los ojos y le dio un leve contacto entre sus labios.
—Listo, ya levántate.
Jungkook entrecerró sus ojos, tomó de la cintura a Taehyung y esta vez de verdad lo besó, saboreó sus labios mientras el castaño se inclinaba pasando sus manos por su cuello. Se dedicaron al otro por unos minutos, disfrutando del encuentro entre sus bocas hasta que Taehyung recordó la noche de ayer y se separó del menor.
—Jungkook —pronunció bajito
—Mmmh
—Ayer, ¿Qué ocurrió con tu padre? ¿Él sabe...
—No, no es eso —cortó el pelinegro
—Entonces...
—Sólo discutimos. No te preocupes.
—¿Seguro? Jungkook no hagas esto. No te cierres. —Taehyung junto sus mejillas e hizo mirarlo a los ojos.
—Bueno.
—No es necesario que me lo digas ahora, pero me preocupo por ti, estamos juntos. Puedes confiar en mí —aseguró
—Lo sé, no es que no confíe en ti. Sólo no quiero cargarte con mis problemas —encogió sus hombros restándole importancia
—Al contrario Kook, me come la cabeza no saber qué pasa si no me lo dices.
Jungkook lo meditó un momento, era cierto. Taehyung siempre había estado para él, lo había ayudado incontables veces y jamás lo juzgó pero él mismo se sentía una carga, un problema más que no quería entregarle a Taehyung, porque ya tenía suficiente con el hecho de estar juntos y atormentarse por cualquier motivo que los pudiera delatar. Así que no quería preocupar al mayor, por lo mismo había evitado contar sus inquietudes y en cambio se había guardado todo para sí mismo. No era un gran problema. Estaba acostumbrado a poner una máscara de felicidad por delante como si todo estuviera bien, incluso cuando sentía que se estaba ahogando. Todos le creían menos Taehyung.
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El Baúl De Los Recuerdos | KookV
Fiksi PenggemarA principios de la década de 1920, en Inglaterra la alegría por el término de la guerra se hacía presente por todas las calles, cines y bares. La gente disfrutaba de extremo a extremo derrochando dinero y viviendo con locura. La felicidad era palpa...