Capítulo Diez

4.4K 237 13
                                    

—¿Ven? Les dije que todo saldría de acuerdo al plan —dijo Blaise antes de lanzar una escoba al fuego.

—Por fin se acabó el efecto de la poción. No soportaba ser Potter ni un minuto más —se quejó Draco.

—Apúrense, tenemos que volver a la sala común. Si Snape se da cuenta de que no estamos, nos mandará a detención —hablé.

—Tranquila, no lo hará —Nott le restó importancia, antes de que él y los chicos siguieran aventando las escobas de los Gryffindor hacia el fuego que habíamos hecho en el Bosque Prohibido, lejos de la cabaña de Hagrid.

Noté que los Riddle no se encontraban, por lo que me adentré un poco más en el bosque para encontrarlos. Los hallé platicando y decidí esconderme detrás de un árbol, para escuchar la conversación.

—¿Averiguaste algo? —le preguntó Hailee a su hermano.

—No sabía nada. Era simplemente una idiota, como dijiste.

—¿Algo en lo que te podamos ayudar, Nataly? —preguntó la pelinegra mientras se volteaba hacia mí.

Salí de detrás del árbol y me hice la que no había escuchado nada.

—Necesito que me ayuden con los chicos.

[...]

—Tranquila, no lo hará —imité a Nott, para luego soltar un bufido y acomodar un libro en uno de los estantes.

—Ya, perdón —se disculpó él.

McGonagall nos había dado detención por estar fuera de la sala común luego del toque de queda y ahora nos encontrábamos acomodando los libros en la biblioteca como castigo.

Agarré uno de los tantos carritos llenos de libros y me dirigí hacia un pasillo diferente de donde los demás se encontraban. Divide y acabarás más rápido.

Agarré un libro de Historia de la Magia y me paré de puntitas para alcanzar la repisa, más no lo lograba. El libro que apenas sostenía con dos dedos comenzó a inclinarse y cuando se iba a caer, una mano se colocó sobre la mía, deteniendo el libro.

—Parece que necesitas ayuda, Malfoy —habló Tom en mi oído, provocando que se me erizara la piel.

—Yo puedo sola, Riddle —aseguré, agarrando otro libro del carrito.

Tom me agarró de la cintura y me pegó a él con rapidez, que no tuve tiempo de reaccionar.

—¿Segura? Si no hubiera agarrado el libro, este hubiera caído sobre tí.

Su fresco aliento rozó mi cuello y sentí mis piernas flanquear por un momento. Me separé de él y me giré para mirarlo a la cara.

—Segura —le arrebaté el libro que él sostenía en mano.

—Te ves hermosa así enojada, Nataly —acarició mi mejilla por un segundo antes de que le diera un manotazo con los libros.

—Tus métodos de conquista no funcionarán conmigo —él sonrió de lado.

—Eso ya lo veremos.

𝐏𝐨𝐫 𝐇𝐚𝐜𝐞𝐫𝐦𝐞 𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫  +18 | Tøm Riddle [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora