Capitulo Cuatro

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Cuando despertó era de noche.


La luz frente a ella calaba, por lo que tardó en abrir los ojos y recordar lo que había pasado, recordando a su salvador se enderezó rapido pensando que vería a su hermano.

Xue Yang quien estaba distraído con algo en sus manos levantó la vista hacia ella.

—Señorita Jiang, que bueno que siga viva. —al fijarse bien se dio cuenta que llevaba un cuchillo con él y retrocedió esperando no alertarlo.

Xue Yang rio al notar el miedo de Jiang YanLi y se acercó más, al menos lo suficiente para no tener que arrojarle tan fuerte un bollo a la cara.


—Me tome la libertad de tomar algo de dinero, si no le molesta. —se sinceró sacando otro bollo de su bolsa y comiéndoselo él.

Jiang YanLi asintió repetidas veces mientras levantaba su comida y lo sostenía con ambas manos, sin desconfiar un poco y conservando sus modales partió un pedazo y se lo llevó a la boca.

Xue Yang pensó que en serio era muy estúpida, ¿Cómo podía seguir viva?

Durante un buen rato no se dijeron nada, Xue Yang ya tenía claro lo que iba a hacer a continuación, mientras que Jiang YanLi solo pensaba en el pasado, en lo que había vivido hace unas horas.


Por esa razón observó a Xue Yang sin distracción en ningún segundo, esto no incomodó a Xue Yang, se estaba divirtiendo, sobre todo por entender que pasaba por la cabeza de la joven Jiang.

—¿Sucede algo, señorita Jiang? —preguntó esperando un poco más de entretenimiento.

—Yo...—Jiang YanLi dudó en si debía hablar, ¿Qué podía decir? No sabía cómo funcionaba la cabeza de ese joven como para asegurar su vida. — Gracias, joven Xue.

La sonrisa de Xue Yang se congeló abruptamente, pero no dejó que esto se viera, desvió su atención a la bolsa atada en su cintura y sacó un dulce de ahí.

—La dejare mañana con la secta Shui, que yo sepa ahí estará bien. —Jiang YanLi volvió a asentir varias veces. —En cuanto a mi...

—Con verme sabrán su mensaje. —respondió Jiang YanLi en automático, nerviosa, ni siquiera segura si podría pasar de esa noche.

—Que considerada de su parte.






Cumpliendo con su palabra, apenas salió el sol la escoltó él mismo, caminaban muy cerca, no por confianza, sino porque así podía tenerla mejor amenazada con su cuchillo.

Sin embargo, no fue necesario, Jiang YanLi avanzaba sin quejarse ni molestarse, durante varios momentos de la noche se sintió tentada en escapar, salir corriendo en busca de ayuda o solo ocultarse, ya buscaría ella misma la ayuda.


Pero no lo hizo, decidió confiar en que cuando Xue Yang le prometió dejarla en un lugar seguro se refería a con vida.

Y ahí estaban a un par de calles tan solo, los negocios empezaban a montarse, las personas salían temprano para atender sus asuntos, todo estaría bien.

—Yo la vigilare desde aquí—susurró Xue Yang en su oído mientras le pasaba su bolsa y espada—Y asegúrese de mantenerse fuera de asunto de otros, a partir de ahora.

MDZS-Un Camino NuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora