Juego de gemelas.

Capitulo 5

En el momento en el que llegue a casa vi que los oficiales se encontraban fuera, tocando la puerta algo preocupados, yo solamente saqué las llaves y pase frente a ellos, abrí la puerta y entre dejándola abierta para que ellos pudieran pasar.
-señorita, nos tenía algo preocupados.
-No existe ningún motivo por el que deban de preocuparse, estoy bien -cosa que era mentira, estaba rota y necesitaba realmente a alguien que se diera cuenta de que sólo fingiría ser fuerte-.
-Tenemos noticias de sus padres.
-Realmente no las quiero.
-Aún así tengo que notificarle lo que nos han dicho. Estarán aquí a más tardar mañana a medio día, han tomado un pequeño tiempo para venir a estar con usted durante el funeral de su hermana.
-¿Realmente cree usted de que vienen por ella y por mi? ¡seguramente es por su maldito trabajo! ¡Siempre que están aquí es por su trabajo! Seguro que han decidido venir porque los beneficiara de alguna forma, y, y ¡agghhh!
-Por favor, señorita, no tiene porque gritar.
-Me temo decirle que si nada más vinieron a eso la puerta está ansiosa de que salgan por ella.
-Regresaremos en cuanto esté más tranquila.
-Como quiera.
En ese momento me di la vuelta y subí corriendo a mi habitación pero no subí realmente a la mía, subí a la de ella y busque cuantas balas de pintura tenía en su cajón, curiosamente faltaban cuatro balas rojas, una morada y una verde, jamás pase junto a la bala morada del árbol, pero sí falta es por algo. Me puse a meditar porque las abría lanzado, ya que las balas rojas significan peligro, las moradas angustia y las verdes tranquilidad.
Su pistola, con la que supuestamente lanzo las balas no estaba en ningún lugar y eso era aún más preocupante, realmente porque, bueno, tendría que estar en el árbol y con ella el mensaje que mi hermana o quien fuera que había lanzado las balas me quería dar.
Tenía que ir a buscarla, pero, ya no podía, tenía que esperar hasta mañana.