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Había transcurrido una semana.

Eunsung no hablaba con nadie y si lo hacía con sus amigas, era durante unos breves minutos. Mantenía toda su concentración en los estudios.

Duraba horas en la biblioteca, intentado escapar de la realidad, de su asquerosa realidad. Estaba enamorada de la perra que detestaban sus amigas, la misma que la humillaba a ella, la misma que se comía a su novio en los pasillos y la misma a quien Eunsung había tratado de evitar todos estos días.

Ahora que era consciente de sus sentimientos, sentía un gran nerviosismo al verla, cómo si fuera más torpe de lo estrictamente debido.

Sus amigas le preguntaban que sucedía y Eunsung prefería mentir o cambiar de tema. Las evitaba, evitaba a todo el mundo, al llegar a su casa iba directo a su habitación para estudiar. Ya no podía diferenciar que día era del otro, el tiempo pasaba sin realmente estar pasando para ella. No podía parar de pensar en el rostro de Goeun y era una mierda.

Estaba caminando por el pasillo, con su mochila colgándole del hombro y jugaba distraídamente con el cierre de su chamarra mientras avanzaba.

Así llevaba todos esos días la chica de los ojos chocolate. Perdida en su mundo de enamorada. Era estúpido y lo sabía, pero no podía evitar sonreír cómo boba cada vez que recordaba la risa de Goeun o cómo mordía su lengua al sonreír.

-¡Dosieeee!- canturreó Jisoo, colgándose de su brazo derecho, y Sujin sujetó el izquierdo.

-¿De qué va esto?- preguntó Eunsung, un poco intimidada por las sonrisas pícaras que mostraban sus amigas.

Chaeyoung intentaba parecer neutra, pero se reía.

-Tendremos una reunión de chicas- dijo y las tres comenzaron a llevarla a rastras fuera del colegio, por la calle.

-¿A dónde vamos? Tengo que estudiar, mañana hay clases y...- Eunsung intentaba poner vagas excusas, pero sus amigas la ignoraron.

-Hoy es viernes- dijo Jisoo y la rubia abrió los ojos como platos.

"¿No era martes o algo así?" Pensó distraídamente.

-Hoy, hoy será el día en que nos sueltes que sucede- dijo Sujin con una voz cargada de veneno.

Eunsung comenzó a temblar e intentó soltarse del agarre de sus amigas, ellas prácticamente la cargaron para entrar a la pizzería. La señora las recibió con alegría y comenzó a reír al ver cómo Eunsung intentaba escapar, pero Sujin la llevaba hasta la mesa. Los jóvenes de hoy en día eran muy animados.

-Ya, habla- exigió Jisoo fulminándola con la mirada, Eunsung se encogió en el asiento.

Parecía un interrogatorio, estaban en la mesa: Jisoo y Sujin estaban sentadas frente a ella con las manos cruzadas, observándola con una intensidad abrasadora. Eunsung tragó en seco, Chaeyoung sentada junto a ella también la observaba, expectante. Le hizo señas con la mano, para que verbalizara alguna respuesta.

-¿Qué quieren que diga?- preguntó, haciéndose la desentendida.

Sujin golpeó ligeramente su vaso contra la mesa y a atravesó a Eunsung con los ojos.

-¡Habla, ya! Algo te sucede, llevas toda la semana prácticamente fuera de satélite- dijo, acusándola, y Eunsung bajó el rostro.

-¿Te hicieron algo?- preguntó Jisoo un poco preocupada, su amiga no había estado muy bien en estos días.

-No ha... Sucedido nada, en verdad.

-Vete con esas mentiras a la vecina, porque yo se que no nos quieres decir- dijo Sujin, apartando un mechón de su rostro, la castaña podía ser muy dura cuando quería.

Rivales (Goeunsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora