Rivales (Goeunsung)

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El día fue normal. Hasta el momento nadie las había molestado y aquello era bueno, o eso pensó la ojimarrón, hasta que llegaron a la cafetería durante la hora del almuerzo. Llevaba la mochila en su espalda y hablaba con Chaeyoung, intentando distraerla por si se encontraban con Seoyoung. Eunsung no había parado de sonreír en todo el día.

-Nosotras buscamos la comida y ustedes dos cuiden la mesa- les dijo Sujin guiñándole a Chaeyoung, se fue con Jisoo, dejándolas a ellas dos.

-Bueno ¿Sabías que, según Lia, Ryujin besa con lengua?- preguntó mientras se sentaban en una de las mesas, Chaeyoung la miró alzando una ceja.

-Ya se lo que intentas hacer, Dosie- dijo acomodando sus brazos sobre la mesa, Eunsung abrió los ojos.

-¿Ah si? Porque hablo enserio, es la palabra de la castaña contra la nuestra.

-Descuida... yo aún no la he visto y cuando lo haga... igual la voy a ignorar- dijo bajando el rostro y Eunsung la hizo alzarlo, sujetándola por la barbilla.

-Ambas sabemos que esa es una gran mentira- dijo viendo como su amiga rodaba los ojos -Ella es una idiota.

-Si, es una idiota- repitió Chaeyoung, sonriendo.

Durante estos meses Chaeyoung le había hablado sobre Seoyoung y habían tomado como terapia decir que era idiota, cada vez que se sintiera mal.

Hablaron durante un rato, hasta que sintió la voz de Leedo en su oreja.

-Hola, rarita- saludó, rodeándole el cuello fuertemente con el brazo, Eunsung tosió varias veces -¿No te gustaría comer con nosotros?.

-No... suéltame- dijo apretándole el brazo, pero Leedo no la soltaba.

-Déjala- Chaeyoung le dijo levantándose y queriendo darle una cachetada.

-Vamos, Jang. Todos te esperan- agregó el chico, levantándose y arrastrando a Eunsung con él, la ojimarrón parecía necesitar con urgencia respirar mientras la llevaban a la mesa.

-¡Oye!- le gritó Chaeyoung y los siguió.

-Aquí estamos- dijo Leedo sentando a Eunsung en la silla, junto a Ravn, aun rodeando el cuello de la chica .

-¡Dosie, que sorpresa!- dijo Ravn riendo, al ver el rostro púrpura de la ojimarrón.

Eunsung apenas si podía respirar e intentaba soltarse del brazo de Leedo alrededor de su cuello.

Observó que justo frente a ella estaba sentada Goeun, que la observaba con los ojos abiertos y una notable preocupación en ellos.

-Leedo, déjala en paz- dijo observando con enojo a su novio, él se río cínicamente.

-Amor, ¿no te das cuenta de qué la rarita es una invitada mía?. No le estoy haciendo nada.

Eunsung no opinaba lo mismo y cerró los ojos por un momento, ya que se sentía tremendamente mareada.

-¡Suéltala, la estás ahogando!- gritó Goeun y Leedo la soltó con fastidio, Eunsung comenzó a toser.

-¡Cof, cof, cof!- se sujetaba la garganta mientras observaba de reojo a Goeun.

La pelimorada parecía querer acercarse para frotarle la espalda, pero todos estaban mirándola. Goeun tuvo que resistir la urgencia de tocarla y apretar las manos sobre el regazo, sin dejar de mirar los ojos chocolate.

-Chaein...- murmuró Eunsung por debajo, pero no veía a su amiga.

Logró encontrarla, al verla salir por la puerta de la cafetería, seguida de Seoyoung. Eunsung se preocupó e intentó irse, pero Ravn le capturó la mano y la obligó a sentarse.

-¿A dónde vas, bonita?- le dijo sosteniendo su mano entre las suyas mientras Eunsung seguía tosiendo.

Goeun clavó sus ojos asesinos en Ravn y este de inmediato soltó la mano de Eunsung, sentía un frío helado recorrerle el cuerpo y podía jurar que eran por los fulminantes ojos chocolate de Goeun.

-¿Ibas con tu novia?- preguntó Leedo, riéndose, al ver la pobre cara de Eunsung.

Eunsung comenzó negar mirando a Goeun a los ojos, quería asegurarle que no tenía novia y al hacerlo, Goeun sonrió de forma alegre. Leedo se dio cuenta de eso y la llamó.

-Amor, ¿sabes que te amo?- le dijo dándole un guiño y Eunsung hizo una mueca, quería irse.

Goeun no lo miró ni una sola vez y asintió, sonriendo.

-Yo también te amo- dijo mirando fijamente a Eunsung a los ojos, la ojimarrón sintió la piel cosquillearle y el corazón en la garganta ¿Se lo estaba diciendo a ella? Goeun, después de haberlo dicho, abrió los ojos y se sonrojó como una loca, agachó el rostro y comenzó a balbucear -Yo... Mmm... supongo... bueno... también... bueno... claro- término con la cara roja, Leedo frunció el ceño, observando como las dos chicas se miraban.

-Bueno, rarita. Me contaron por allí, que estás enamorada- comentó Leedo, burlón, y logrando que todos en la mesa soltaron un "Uhhhhh". Goeun no la dejó de ver ni un segundo.

-Yo... bueno, no te importa- dijo con el rostro sonrojado e intentó irse de nuevo, Leedo la tumbó por los hombros y la hizo sentarse.

-¿Quién es? Confiesa, ¿es Lee?- preguntó burlón, observando a su novia con intención. Eunsung lo pudo ver, en los ojos chocolate había dolor.

-No y si fuera así no te lo diría- gruñó para luego volver a ver a Goeun, la pelimorada le devolvía la mirada y no escuchaba a nadie más.

Leedo ya estaba sintiéndose amenazado por la estúpida cara que hacía su novia al ver a la ojimarrón, no le gustaba la manera en que se mirada no y su orgullo masculino estaba siendo dañado.

-¿No tienes amigas? Podrías largarte de una vez- le dijo irritado mientras iba al lado de su novia y se sentaba junto a ella, rodeándole los hombros con el brazo.

-Pero, tú...- comenzó un confundida por su actitud y sus ojos verdes se volvieron fríos, al ver el brazo del chico sobre Goeun.

Leedo sonrió triunfante, pero, no duró mucho, cuando Goeun se revolvió incomoda y se alejó un poco del chico, cortando el abrazo sobre su hombro. Él la miró sorprendido y después con enojo a la causante de todo esto, que ahora sonreía.
(Eunsung: 1 - Leedo: 0).

-Quita tu asquerosa cara de mi vista, antes de que te la rompa en dos- amenazó y Eunsung abrió los ojos, intentando por todos los medios levantarse.

-¡Leedo!- lo reprendió Goeun, mirándolo con reproche y después volteó a ver a Eunsung, que ya se había ido, y soltó un suspiro.

Eunsung salió corriendo rápidamente de allí, para volver a su mesa ¿Qué le ocurría a ese idiota? ¿Estaba en sus días o algo así? Que bipolar, fue mucho para el gusto de Eunsung, que seguía un poco alegre por haber visto a Goeun. Lo mejor de todo era que esta vez no le había insultado. Tal vez, este lograra ser un gran año.