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Eunsung estaba vuelta loca, era fin de semana y desde el miércoles no tenía noticias de Goeun. La chica llevaba todos esos días sin ir a la escuela, cuando por fin agarró valentía para preguntarle a Seoyoung (en realidad sólo pudo ya que Chaeyoung la acompañó) se enteraron de que la pelimorada estaba enferma. Al parecer había pescado un resfriado, Leedo ya había vuelto a la escuela y Eunsung siempre intentaba evitarlo.

Pero hoy, sábado, había recibido una llamada de Yongsun en que la invitaba a ir de improvisó a la casa de ellas para sorprender a Goeun y a Jieun. La ojimarrón aceptó, aunque pudo notar una segunda intención en las acciones de Yongsun, tuvo un mal presentimiento al salir de la casa y de alguna forma, se sentía ansiosa. Algo iba a ocurrir hoy, o eso era lo que pensaba, mientras caminaba hasta la casa de Goeun. Llevaba una bolsa de galletas Chips que eran las favoritas de Jieun, también tenía la excusa de que la profesora de química le había enviado la tarea a la pelimorada junto con Eunsung.

La ojimarrón aceptó gustosa el favor. Se había vestido con unos jeans oscuros, una camiseta de tiras blanca y una casaca jean que siempre le había gustado y estaba cómoda como para no incomodarse con el yeso. Lucía bien, o eso pensaba, y al llegar a la puerta suspiró varias veces antes de tocar, miró extrañada los carros en la entrada y abrió los ojos con horror. Pero ya era tarde, una mujer de cabello castaño largo abrió la puerta, sus ojos extrañamente eran de color avellana y miraron a Eunsung con curiosidad.

-Hola ¿Qué desea?- preguntó con una voz suave, notó los nervios de la chica de ojos chocolate.

-Buenas tardes, yo... bueno, soy compañera de Goeun y.... venía a traerle los deberes de química... y ehhhh... Yongsun también... ¿Está Yongsun?- preguntó muy nerviosa, ya suponía quien era la mujer por el gran parecido con las chicas o al menos en las expresiones.

-Claro, pasa querida, ya le aviso a Yongsun- dijo haciéndose a un lado para que entrara y examinando a Eunsung con extrañeza, como si intentara reconocerla.

Eunsung entró y quedó en la entrada con la mujer quien seguía viéndola, era muy hermosa y enseguida que sus ojos se encontraron, ella le sonrió.

-Es un gusto mi nombre es Su Ryeon y tú debes ser...- preguntó extendiendo una mano que Eunsung estrechó.

-El placer es mío me llamo...

-¡Cuñis!- gritó Yongsun desde la cocina mientras la saludaba, su rostro estaba cubierto de harina.

Se escucharon unos pasos apresurados desde la sala y apareció Jieun, sosteniendo el mando del Play, sus ojos brillaron al ver a la ojimarrón y salió corriendo para abrazarle.

-¡Nuggets!- dijo alegre mientras Eunsung se inclinaba y la cargaba en sus brazos, la niña le rodeó el cuello y se abrazó a ella.

Luego más ruidos desde el cuarto de arriba y al inicio de la escalera apareció una muy desarreglada Goeun, que parecía haber pegado una carrera, llevaba el pijama con su cabello revuelto y las mejillas rojas del cansancio.

-¡Dosie!- dijo sorprendida y sus ojos se abrieron al verla junto a su mamá, no dijo nada.

-Wow, parece que ya todos te conocen menos yo- dijo Su Ryeon alegremente mientras veía divertida a sus tres hijas, luego quedó seria, procesando lo que acababa de escuchar, hasta que abrió los ojos y sonrió abiertamente -¿Tú eres Eunsung?.

-Eh... sí, es un gusto- dijo sonriendo tímidamente, parecía saber de ella.

-Oh querida, al fin...

-¡MAMÁ!- reclamó Goeun alterada y la mujer mayor la miró con reproche.

-Nada de mamá, ve a darte una ducha y a tomar una pastilla si quieres bajar. Estas muy enferma, no deberías salir de la cama- la miró con los brazos cruzados y la ojimarrón estaba sorprendida, todas parecían clones una de las otras.

Rivales (Goeunsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora