Capítulo 3

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Esto no puede estar pasando—murmuré para mis adentros.

Ahora mismo me encontraba dentro de los baños de mi instituto, paseando de un lado a otro. No sabía si me encontraba nerviosa, fastidiada, molesta... incluso detectaba un indicio de ilusión dentro de mí, admito que me encanta pelear y saber más sobre mis poderes, pero mis únicos y mejores planes para el futuro eran una vida tranquila y sobretodo normal. No me gustaban los problemas, ni siquiera solía reaccionar bien ante ellos (siempre con desgana e indiferencia). Realmente no sabía cómo reaccionar ante aquello.

—No entiendo por qué no quieres, Hanna, literalmente todo el mundo quiere ser un elegido. Supongo que sería duro pasar dos años alejado de todo el mundo pero seguro que...

—¡Basta!—grité exhausta. Los pensamientos por mi cabeza me atormentaban por la confusión, las palabras de Dina, aunque eran con buena intención, solo me estresaban más y encima la música de la celebración de la graduación de fuera, en el gimnasio, solo hacía que quisiera utilizar mi propia telekinesis para hacer explotar mi propio cerebro.

Paré de moverme por fin descansando y apoyando mis brazos en la pica frente al espejo. Abrí la llave del grifo, llené mis manos de agua y, sin importarme el poco maquillaje que mi madre me había convencido de usar, refresqué mi cara a la vez hundiéndola en mis manos y lanzándome el agua hacia ella.

Bueno, lo que sabía sobre los guardianes no era mucho, realmente nadie sabe nada en específico sobre ellos. Son como una especie de secreto del gobierno, todos sabemos de su existencia pero no conocemos realmente su función.

Otra cosa era la que acababa de nombrar Dina. ¿Pasar dos años alejados de papá, Dina y, bueno... mi madre? No sé yo... No solo significa alejarme de las personas sino de la normalidad, de mi cotidianidad, mi día a día y de todo a lo que estaba acostumbrada.

¿Y si hubiese tenido algún sueño? No lo tengo, es verdad, pero, ¿y si mi sueño fuese ser actriz o cantante? Este método para elegir a los próximos guardianes es totalmente injusto.

—Hanna...—dejó ir Dina con un hilo de voz, intentando acercase a mí como si fuera un animal salvaje y pudiera atacarla en cualquier momento.

De pronto la puerta del baño se abrió, un chico y una chica riendo no se percataron de nuestra presencia hasta que se sorprendieron cuando gruñí y, a través de mi poder, le lancé el cubo de basura a la puerta causando que esta se cerrase y todo el contenido de ella saliese y cayese al suelo.

—Dime, Dina, si hay tantas consecuencias y contras de esto, ¿qué puede darme esperanza? ¿Qué puede darme alivio?

—Pues... Podrías tomarlo como una aventura, intentar centrarte en lo que te gusta: utilizar tus poderes. Mira, nunca he visitado ese internado, ni siquiera sé cómo es ni dónde está, pero estoy segurísima de que podrás utilizar tus poderes siempre que quieras, no como aquí, que está prohibido, o sino estoy segura de que te enseñarán a utilizarlos. No es que no se te de bien, en plan, mírate, me atrevo a decir que eres la que mejor controla sus poderes de todo Psyco, o puede que esté exagerando...—balbuceó— ¡Pero sí eres la mejor de todo el instituto! ¡Incluso mejor que James! Que por cierto, he oído que una vez intentó crear una granada y le explotó en la cara. No causó taaantos daños, pero se ve que un guardián illusion tuvo que venir para arreglarle... Bueno, el careto—dejó ir señalándose la cara. En cierto modo, envidiaba a Dina. Ella era tan abierta, tan sentimental, tan emocional, tan sensible y tan expresiva... Cuando explicaba algo gracioso siempre hacía gestos exagerados con la cara alzando las cejas, frunciendo el ceño o arrugando la nariz.

Dina fue así desde... siempre.

Y de alguna extraña manera, eso hizo que, al ser tan opuestas, nos complementáramos y nos hiciéramos mejores amigas. Yo le aconsejaba en decisiones importantes y ella me animaba cuando me sentía mal. Yo le bajaba los pies al suelo cuando se pasaba con alguna idea y ella me ayudaba a ser más compasiva y a empatizar con las personas de mi alrededor.

𝐈𝐧𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧𝐞𝐬 © [PAUSADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora