Hola, señor mayor general

Capítulo 25: Lo estás pensando demasiado

Huo Shaoheng los miró de reojo mientras guardaba su teléfono en el bolsillo del pantalón. "¿Una prueba? ¿Cómo quieres hacerlo? "

"Je, ¿de qué otra manera? ¡Al conocer a famosas estrellas porno japonesas, por supuesto! " Zhao Liangze y Yin Shixiong se frotaron las manos y movieron las cejas de manera sugerente. "Si no nos 'ponemos a prueba' con estrellas porno japonesas, ¿cómo sabemos con certeza que nuestro entrenamiento anti-seducción realmente funciona? Y de todos modos, solo estamos 'probando', en realidad no lo haremos 'de verdad' ".

Huo Shaoheng estaba bastante seguro de que los jóvenes solo querían ver a las estrellas porno japonesas actuar para ellos en vivo.

Huo Shaoheng los ignoró. Se acercó a la ventana con una taza de té en la mano y contempló la vista nocturna del exterior.

La escena nocturna de Tokio era hermosa. Las luces de los rascacielos parpadearon y centellearon como diamantes; se mezclaron con las estrellas en el cielo nocturno azul oscuro, silenciosos y pacíficos.

Zhao Liangze y Yin Shixiong vieron que Huo Shaoheng no los complacería con una respuesta. Retrocedieron, decepcionados.

Ambas secretarias suspiraron y se sentaron pesadamente en un sofá, cada una con una taza de café mientras hablaban en voz baja.

"Big Xiong [1], ¿alguna vez lo has hecho con una mujer?"

"Nunca he tenido novia, y mucho menos me he acostado con una mujer". Yin Shixiong resopló. "¿Tú que tal? Estabas tratando de quedarte con esa mujer oficial del Distrito 3, ¿verdad? ¿De nuevo, Cuál era su nombre?"

"Ugh, no me lo recuerdes. No logré impresionarla y casi me golpean en el proceso ". Zhao Liangze negó con la cabeza con tristeza. "Tiene tantos pretendientes esperando en la fila. Apuesto a que la cola se extiende desde el Distrito 3 hasta el Distrito 4. ¿Qué posibilidades tengo?

"¿En serio? No veo por qué tanto alboroto, ella no me parece tan especial ". Yin Shixiong se frotó la nuca y dijo en tono desconsolado: "Me pregunto cómo es hacerlo con una mujer. ¿Qué pasa si seguimos resistiendo nuestros impulsos y, finalmente, nos alejamos tanto de los deseos sexuales que ni siquiera podemos levantarnos? ¿Cómo vamos a tener hijos entonces? Mi familia se remonta a cinco generaciones y dependen de mí, el único hijo, para continuar la línea ".

Huo Shaoheng se dio la vuelta ante esto. Se acercó a la ventana, dejó su taza de té y dijo, con indiferencia: —Lo levantarás. Lo estás pensando demasiado ".

"¡¿Pensándolo demasiado ?! Señor, usted sabe cómo es nuestro entrenamiento anti-seducción porque lo ha experimentado. ¿Honestamente, no te preocupa no poder levantarlo? ¿O tienes miedo de sufrir de eyaculación precoz? "

Huo Shaoheng bajó la cabeza mientras encendía un cigarrillo. Dio una calada y luego continuó con su reproche. "No seas tan patético. Obsesionarse con las mujeres las 24 horas del día, los 7 días de la semana, es simplemente triste. Ya es tarde. Vete a la cama, mañana tenemos un día temprano ".

"Señor, no sabe de lo que está hablando", dijo descaradamente Zhao Liangze. Había reunido su coraje y ahora luchaba con celo por el derecho a la actividad reproductiva entre hombres y mujeres. "Nunca lo ha probado, entonces, ¿cómo sabe que no va a ser un problema? ¿Y quién está obsesionado con las mujeres? Estamos en Japón, ¡solo digo que también podríamos hacerlo! "

"¿Cómo sabes que no lo he probado?" Huo Shaoheng ladeó la cabeza, sacudió la ceniza de su cigarrillo y se dio la vuelta, preparado para regresar a su habitación. Su rostro, normalmente impasible, parecía haber tomado un poco de color en sus mejillas.

Los ojos de Zhao Liangze y Yin Shixiong casi se salieron de sus órbitas. Gritaron a su espalda en retirada. "¡¿Cuándo perdió su virginidad, señor ?! ¡¿Por qué no lo sabemos ?! "