Hola, señor mayor general

Capítulo 27: Escondiéndose a plena vista

Gu Nianzhi se quedó mirando el teléfono durante un largo momento, luego tosió y dijo con una voz pequeña e insegura: "... Tío Huo, este es Nianzhi ..."

¿La había mezclado con otra persona de nuevo?

"Bueno, no te quedes despierto hasta muy tarde". Huo Shaoheng terminó la llamada. Ahora finalmente podía dormir en paz.

Temprano a la mañana siguiente, Huo Shaoheng y sus subordinados se levantaron y salieron del Hotel Chiba con sus mochilas antes de separarse. Cada uno tenía sus propios objetivos.

Huo Shaoheng fue al Hospital de la Universidad Imperial de Tokio.

Zhao Liangze fue directamente al Aeropuerto Internacional de Tokio; él sería el responsable de la logística de la misión.

Yin Shixiong fue al Jardín Nacional Shinjuku Gyo-en para monitorear Oda Masao. Tenía que asegurarse de que Oda Masao no estuviera dispuesto a dar un giro repentino en U hacia su laboratorio; eso arruinaría sus planes.

Fue el Día de los Cerezos en Flor para Tokio. Según el pronóstico del tiempo, los cerezos en flor en Shinjuku Gyo-en estarían en plena floración hoy.

Aunque era un lunes por la mañana temprano, Shinjuku Gyo-en ya estaba lleno; todos estaban ansiosos por ver las flores de cerezo.

Muchos de los cerezos más hermosos ya tenían familias numerosas acampadas debajo de ellos, extendidas sobre cojines y taburetes.

Yin Shixiong había reservado especialmente un lugar con un grupo de turistas a Shinjuku Gyo-en.

Los tres militares habían recibido una formación especial y eran expertos en disfrazarse cuando realizaban sus objetivos en público.

Para cualquiera que no lo supiera mejor, Yin Shixiong se parecía a cualquier otro turista del Imperio, completo con gafas de sol, una postura encorvada y una pequeña y tonta gorra roja de Estoy-con-este-grupo-de-gira en la cabeza.

Según su información, Oda Masao iba a estar hoy en Shinjuku Gyo-en para los cerezos en flor.

Oda Masao era un erudito, obsesionado con la biomedicina. El grado de su obsesión rivalizaba con el de Chen Lie.

Pasó la mayor parte de su tiempo en su laboratorio y era más solitario que incluso Chen Lie.

No tenía familia, ni parientes, ni amigos; sus únicas posesiones terrenales eran su equipo de laboratorio y su investigación.

Su único interés, fuera del trabajo, era visitar Shinjuku Gyo-en una vez al año para ver los cerezos en flor.

Huo Shaoheng había ido al Hospital de la Universidad Imperial de Tokio el día anterior para un reconocimiento; allí, había descubierto que el sistema de seguridad del laboratorio de Oda Masao no era particularmente sofisticado. Entrar fue bastante fácil; su mayor problema era el propio Oda Masao.

Prácticamente vivía en su laboratorio: las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

Habían ideado algunos métodos diferentes para entrar, pero todos avisarían a Oda Masao y lo pondrían en alerta máxima.

Luego descubrieron, por accidente, que Oda Masao iba a dejar su laboratorio e ir a Shinjuku Gyo-en al día siguiente para ver los cerezos en flor.

La suerte estaba de su lado.

Habían regresado al hotel para planificar, luego se separaron al día siguiente para hacer su mudanza.

Cuando Yin Shixiong llegó a Shinjuku Gyo-en, Huo Shaoheng también acababa de llegar al Hospital de la Universidad Imperial de Tokio.