Matemáticas

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─ ¡Oficialmente somos un club! ─ Anuncio Hikari a Kuroo mostrándole una hoja de petición de formación de club escolar, Kenma estaba aún lado de la chica apenado; aquello era un fastidio, aun lado estaban otras dos chicas, una de ellas era su compañera de curso Akiko y otra compañera de Kenma, su nombre debía ser Sakura o eso era lo que recordaba. Las chicas al igual que el amigo de la infancia de Kuroo eran betas.

─ ¿Te dieron permiso? ─ preguntó Kuroo a su superior, ahora que estaba en tercero había inicio el club de protección de omegas. ─ Entonces dejaras de ser la manager del equipo de vóley.

─ Claro que no, ¿verdad? Akiko─ la mencionada asintió. Kenma se acercó a Kuroo pidiéndole que le ayudara a salir de ahí, realmente fue arrastrado por la superior ya que les faltaba una persona para que el club fuera aceptado por el comité estudiantil.

─ ¡Vamos Kenma!, este club ayudara a muchos─ decía Sakura moviéndose de un lado a otro junto al chico que se quejaba, ella era demasiado para su cansado ser introvertido.

Kuroo solo pudo reír por el entusiasmo de aquellos cuatro betas. Si no mal recordaba solo había tres omegas actualmente en la escuela, sabía que no asistía ni un solo alfa, la mayoría de los alfas de Tokio iban a escuelas privadas o escuelas con mayor rango de prestigio, Kuroo suspiro negando con la cabeza, ¿Qué más podía hacer? Hikari no lo dejaría en paz hasta que hiciera lo imposible por cuidarlo a él y los otros estudiantes.

─ Definitivamente en un futuro te veo como trabajadora social ─ dijo Kuroo a la chica que hablaba sobre las actividades del club. Hikari se enojó y lo golpeo en la cabeza con las hojas, Akiko se burló de aquello mientras Sakura y Kenma interactuaban entre sí, la chica lucia demasiado energética y Kenma se cansaba de solo verla.

Tetsuro continúo con las actividades del club de Vóley, hasta el punto de estar en su segundo año y ya ser titular. Cuando su superior Momo se graduó fue un duro golpe, pues él era quien más apoyaba y protegía a Kuroo de los demás, claro que los actuales jugadores de tercero no eran maliciosos o intentaban cosas peligrosas, al contrario trataban de estar siempre atentos al chico en especial por Hikari. Se sobre esforzaba más que cualquiera, sobre saliendo cada día más, Kenma a veces le acompañaba a entrenar y casi todo el tiempo el pelinegro le pedía que se uniera al equipo de vóley, pero este siempre se negaba.

─ Bueno, entonces los dejo con sus cosas─ dijo Kuroo levantándose de su lugar, Akiko fue la única que se despidió de él, pues los otros estaban demasiado metidos con Hikari que lo ignoraron.

El sonido de sus pasos se escuchaban en los pasillos, algunos alumnos corrían para llegar a clases y otros llevando cosas para las próximas materias o a la sal de maestros.

Kuroo disfrutaba de aquellos momentos tranquilos, en casa las cosas estaban algo turbias debido a su padre, desde que se enteró que era un omega parecía molesto con él y su madre se había distanciado mucho de su padre por esa actitud que tomaba ante su hijo; su progenitor apenas llegaba a casa un par de veces a la semana, esa situación ya tenía un año, era verdad que debía acostumbrarse pero el hecho que su relación con su padre siempre había sido buena le afectaba demasiado.

Suspiro con fuerza, de verdad que no le molestaba ser omega, tomaba su medicamento como debía, cuidaba de su salud como se lo recodaban los médicos y durante sus celos siempre se quedaba en casa encerrado, claro que solo había tenido suerte que fueran durante los descansos escolares o en fin de semana cuando no estaba con el actividades del club, además tampoco conocía ningún alfa, aunque viviesen en Tokio.

Un 92% de la población eran betas, así que su existencia se reducía a un 5 % de la población de Japón y los alfas eran mucho más escasos siendo solo un 2%, a veces se preguntaba si era solo una cruel broma del destino que fuese un omega.

IRREGULAR [BOKUROO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora