Estoy Seguro De Lo Que Siento Por Ti

16. Hermanitos

Sarada se encontraba haciendo el almuerzo con Boruto, ambos habían pasado las últimas semanas en casa, pues a la peli rosa ya le estaba costando hacer ciertas cosas y paraba mayor tiempo en cama, tener gemelos definitivamente la hacía cansarse más.

-Esto de hacer el almuerzo sigue siendo difícil

-De alguna manera tenemos que ayudar a mi mamá

-Lo sé, espero que esos gemelos nazcan pronto

-Igual van a necesitarnos cuando nazcan- el rubio suspiro, pero luego no pudo evitar reírse

-De todas maneras, me da curiosidad saber cómo serán nuestros hermanos

-Ya falta poco... me da un poco de nervios sabes

-¿Por qué lo dices?

-Bueno, a penas hace unos meses que nos mudamos aquí y recién me estoy terminando de acostumbrar a esta vida... cuando ellos lleguen las cosas van a volver a cambiar

-No creo que sea...

Los pasos de alguien lo hicieron callar, ambos voltearon al oír el ruido de las escaleras. Sarada dejo lo que estaba haciendo y a velocidad se acercó a Sakura, quien bajaba lentamente, la peli rosa le sonrió por el gesto.

-Tranquila, estoy bien

-¿Qué haces aquí mamá? Boruto y yo nos estamos encargando de todo

-Solo quería ver lo que hacían, me aburro todo el día echada en el cuarto

-Pero por ahora lo mejor es que estés así

-Solo será un momento... ¿y qué están cocinando?

-Pues...

-La verdad somos malos para esto

-¡Boruto!

-¿Qué? es la verdad, aunque eso ya lo saben, he visto la cara que ponen en la mesa

Sakura se rio ante ese comentario.

-Saben, yo también era mala cocinando de joven

-¿Enserio?

-De hecho, Naruto odiaba mi comida, aunque igual a veces la comía para darme el gusto

-¿Y cómo así mejoraste?

-Practique mucho, sé que sigo sin ser la mejor, pero al menos hice lo suficiente para que a ustedes les guste

Ambos chicos se animaron por esas palabras, Sakura había estado más cercana a ellos las ultimas semanas por lo que paraban en casa y eso le agradaba. Boruto se quedo mirando a Sarada y a ella por unos instantes, tenía que admitir que le gustaba el ambiente en el que estaba ahora.

-Yo...

Un grito lo hizo callar, miro a Sarada de reojo y ambos miraron a la peli rosa que se acababa de apoyar en la mesa.

-¡Mamá!

-Sakura

-¿Estas bien?

-Sí, sí, no se preocupen- los chicos se acercaron a ayudarla a que se apoye- solo son unos dolores que me vienen de vez en cuando, pueden estar tranquilos

-¿Segura?

-Sí Sarada, tranquila

La peli rosa le sonrió, pero de pronto el dolor le regreso con más fuerza, haciendo que con sus fuerzas se apoyara completamente en la mesa y soltara otra vez un grito. Ambos chicos la miraron asustada, iban a acercarse, pero ella los detuvo