Estoy Seguro De Lo Que Siento Por Ti

26. ¿Misión Cumplida?

Acababan de salir de hablar con Mia, todos se sentían mal por cómo estaba la mujer, pero les había dado algunas pistas de donde podía estar de acuerdo con la información que les dio Mitsuki.

Se encontraban yendo al lugar, les tomaría medio día llegar hasta allá y no tenían tiempo que perder. Konohamaru y Mugino iban a la cabeza, los tres jóvenes los seguían.

-Esa empresa... tiene muchos secretos

-La guerra de desarrollo médico es feroz... si se filtra información otras empresas podrían desarrollar algo antes, recuerdo que eso decía mi mamá

-Es verdad, pero no es todo- Konohamaru volteó a mirarla- puede que se involucren con cosas prohibidas y hay cosas que no les interesa que se sepan

-Eso incluye si es que algún trabajador desaparece- Mugino también volteó

-Haremos todo lo posible para encontrarlo, se lo prometí a Mia- Sarada miró a Boruto de reojo, se notaba que hablaba con seguridad

-Así lo haremos Boruto- le sonrió

-Bueno sigamos, ya falta poco para llegar

Siguieron avanzando en silencio a través de los árboles, pero mientras más cerca estaban algo paso, Konohamaru y Mugino se miraron, Mitsuki y Sarada asintieron. Boruto por un momento no entendió lo que pasaba, hasta que la joven Uchiha le indico que mirara detrás.

-¿Pueden sentirlo?- el rubio comprendió

-Hay otro grupo en movimiento

-Son cinco o seis, por la velocidad deduzco que son shinobis

-¿Enemigos?

-No lo sé, pero manténganse alerta

Konohamaru hizo una señal con las manos y al instante todos se separaron, el rubio por un momento agradeció que sí reconoció el gesto que hizo. Algunos ninjas encapuchados de atrás se detuvieron de golpe al perderlos de vista, pero de un momento a otro sintieron un kunai en su cuello.

-Bajen las armas

Cada uno empezó a bajar de los árboles con las manos levantadas, Konohamaru avanzo hasta juntarlos a todos

-Ahora dígannos que es lo quieren

-Un momento- Mugino avanzó también- aquí hay cinco, aún falta uno...

-¡Bajen las armas! Parece que hubo un malentendido

Los cinco reaccionaron ante la voz que les hablo, de entre los arboles distinguieron a alguien acercándose, no tardaron en reconocerlo, lo habían visto en aquella gran imagen de la empresa hace unas horas.

Lo único que se escucho por un momento fue el ruido del bastón mientras avanzaba hacía donde estaban.

-Él es...

-¿el presidente Vikta?

-Me avisaron que llegaron unos shinobis de La Hoja, así que eran ustedes

-Mucho gusto señor- Konohamaru se acercó- así es, somos de La Hoja

-Tengo entendido que buscan a alguien de mi empresa

-Eso les pasa por tener tantos secretos, la mujer que nos llamó está muy preocupada- los jóvenes también se acercaron

-Y no la culpo

-No esperábamos que usted estuviera con el equipo de búsqueda

-Hacemos lo posible por encontrarlos, aunque su solicitante no parece entenderlo