30. El Mercado Negro: Parte 2

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Konohamaru y Mugino se encontraban sentados en un bar, observaban de reojo a un hombre sentado unas mesas más allá, quien estaba rodeado por mujeres y parecía algo borracho.

-Así que es él, no fue tan difícil encontrarlo

-Su nombre es Kirisaki

-¿Lo conoces Mugino?

-Era un ninja médico de la Niebla, está en el Libro Bingo por causar problemas usando ninjutsu médico... no es normal que este en un lugar así

-Manipular las células requiere ninjutsu de alto nivel, tiene sentido que este aquí

-Ya viste, a pesar de estar tan distraído no se separa de ese maletín

-¿Crees que tenga las células allí?

-Es una posibilidad

-Ahora... como lo sacamos de aquí sin causar un alboroto

-Esperando

-Supuse que dirías eso...- Konohamaru suspiro- me preocupa que se extienda demasiado

-Solo esperemos una oportunidad

El tiempo seguía pasando, pero no parecía cambiar nada en el ambiente.
A las afueras del mercado, Boruto y Sarada seguían esperando en el lugar donde los dejaron.

-Deberíamos estar adentro con ellos

-No podemos hacer nada Boruto

-¿Y si les pasa algo?

-Realmente no creo que le ganen en una pelea a Konohamaru-sensei. Solo estas buscando excusas para entrar- el rubio suspiro, ella lo conocía bien

-Solo espero que no demoren tanto

-Igual nosotros tenemos nuestra misión

-Sí... cuidar la puerta...-

Sarada seguía viendo la frustración en la mirada del rubio, se apoyo en él, en parte lo entendía, pero no quería desobedecer las órdenes.

-Vamos más de una hora y no ocurre nada

-Tendremos que pensar en otro plan

-Podría ir, agarrarlo y sacarlo de aquí para interrogarlo

-Esa es la idea Konohamaru, pero no tan público, la gente se va a alterar

-Lo sé, solo digo que... espera- Konohamaru volteó la mirada- ya se levanto

-Parece que está yendo... al baño

-Es mejor eso que nada

-¿Vas tú?- Konohamaru asintió y se levantó

-Espérame del otro lado

Mugino salió del lugar y se subió al techo exactamente a la altura del baño. En unos minutos escuchó unos ruidos que se acercaban y de un momento a otro un pequeño agujero se formó en el techo. Konohamaru salió de allí de un salto, llevaba al hombre inconsciente sobre él y en la otra mano su maletín.

-Bueno, eso fue más fácil de lo que pensé

-Te dije que solo teníamos que esperar

-Aún así hay un problema

-¿Qué ocurre?

-Ya revisé su maletín y no tiene las células

-Entonces no era él- Mugino se puso serio- maldición

-Tal ves no las tenía, pero creo que sabe quién sí... mira

Konohamaru le mostró el contenido de su maletín, había varios instrumentos médicos y otros extraños.

Estoy Seguro De Lo Que Siento Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora