comfort, angel and demon.

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El termómetro marcaba 39 grados.

— Estás ardiendo, en ambos sentidos— dijo burlonamente Kei.

Tadashi rodó los ojos mientras ocultaba su sonrojo con la manta que cubría su cuerpo.

— Iré a hacerte sopa. Espera aquí cielo.

Antes de irse le besó la frente y dejó al pecoso solo en la habitación que compartían.

Un día antes Tadashi había salido de su casa sin paraguas y al volver del trabajo se soltó una tormenta despiadada que hizo que el joven pecoso terminara bañado en el trayecto de regreso a su departamento. Cómo además era temporada de invierno hacia mucho frío, por lo que fue inevitable que el día de hoy amaneciera con fiebre.

Su novio Kei con el que compartía departamento lo estaba cuidando y secretamente a Tadashi le gustaba tener toda la atención del rubio hacia el. Aunque básicamente siempre la tenía.

— ¡Tadashi, la sopa está lista!— anunció Kei desde la cocina.

Con pereza el menor se levantó y caminó hasta la cocina, donde un cuenco de sopa estaba servido y humeante.

— Gracias amor, eres el mejor— dijo poniéndose de puntillas y dándole un beso a Tsukkishima.

— No es nada cielo. Tú siempre me cuidas a mí.

— Tsukki es taaan lindo.

El rubio le sonrió y se sentó a su lado para desayunar un sándwich.

Terminaron de desayunar y Kei lavó los trastes mientras Tadashi se adelantó a la sala para elegir una película y acomodar su spot.

Llevó mantas y almohadas a su enorme sofá, encendió la calefacción y el televisor para abrir su plataforma de películas.

— ¿Ya escogiste?— preguntó el mayor entrando a la sala con un bowl de palomitas.

El pecoso negó con la cabeza, al mismo tiempo que Kei se sentaba a su lado y se acurrucaba contra su cuerpo.

— ¿Una de terror?— preguntó Kei al ver la selección de su novio.

— Echemos un vistazo.

La verdad es que la película era bastante mala. Y ambos tenían su atención en todos lados menos en la película.

Kei miraba el perfil de su novio, y Tadashi miraba la mano del rubio que reposaba en su muslo.

En un movimiento rápido Tadashi se sentó encima de Kei y estaba por besarle cuando el celular del último comenzó a vibrar.

— Ugh— se quejó el rubio.

— Es Shouyou.

— Recuérdame partirle la cara cuando lo vea.

Tadashi rió y Tsukkishima contestó la llamada.

— ¿Qué quieres enano?

— ¡Qué grosero Tontoshima! Solo te marqué a ti porque Yams no contesta.

— Está un poco enfermo.

— ¿Qué tieneeee?

— Fiebre, ayer se mojó con la lluvia.

Tsukkiyama Week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora