Te permito que me domines

Capítulo 4

Adam Hardey

Llevaba ya una semana conviviendo con Lucía y tenía que admitir que era muy divertida y que el sarcasmo era su sello de identidad, también descubrí que era súper liberal y, que su "pareja" era un chico, era una año mayor que ella y se llamaba Uriel Fest.

De primeras el hecho de que este con ella hace que ya no me caiga especialmente bien y de segundo ¿cuanto odio pueden llegar a tener unos padres hacia su hijo para llamarlo como la sirenita?

Joder y ya no sólo por eso su nombre entero parecía el de un puto festival. "Uriel Fest" compre ya sus entradas.

Dios, cuando se lo dije a Lucía dijo que ella pensó lo mismo al conocerlo y se empezó a reír a carcajadas.

Aaa, es verdad, se ríe mucho, muchísimo, prácticamente todo lo que la he dicho ha hecho que, por lo menos sonriera.

Cuando la vi por primera vez fue lo mejor del mundo, ella estaba tirada en la mitad del pasillo con bragas y sujetadores por todo su alrededor, no paraba de mirarme de vez en cuando achicaba los ojos o se mordía el labio lo cual para mí resultó ser tan excitante que no puedo evitar tenar ganas de estar dentro de ella cada vez que la veo hacerlo, porque no solo hace eso, sino que cuando está pensando o se aburre coge su labio inferior entre sus dedos y empieza a doblarlo o simplemente jugar con él y me está matando lentamente.

Su labios son pequeños pero gruesos y tiene un pequeño bultito en el superior, supongo que nació así. Tampoco he preguntado.

Sus ojos son de un color marrón, pero con la luz del sol o de vez en cuando se vuelven verde oliva como el de una botella de vidrio y son grandes.

Tiene una separación en los dientes delanteros de la parte superior y en general son pequeñitos.

-Señoras y señores la clase ha terminado, pero antes de que se marchen he de recordarles que en el día de hoy, las personas ya asignadas deberán pasarse por las clases que se les adjudicaron, en sus horas libres por supuesto, para informar del acontecimiento que llevamos preparando toda esta semana- el Señor Jackson dio final a nuestra clase de Música y Sociedad.

Se me había olvidado por completo que todavía estaba en clase, al igual que se me había olvidado que hoy era la ceremonia de bienvenida.

-Hardey, vamos a tocar ¿no?- me pregunto mi amigo Zack. Él estaba conmigo en la banda éramos buenos y muy reconocidos en toda la universidad, a pesar de solo llevar dos años con ella, a veces hasta algunos de los de último año de carrera nos pagaban para tocar en sus fiestas.

Empezamos el primer año de carrera al llegar aquí, nos conocimos y pensamos en hacer nuestra propia música y pues acabamos así.

Yo tocaba la guitarra y cantaba, pero fuera de eso, yo, según mi profesor de música de pequeño, era un prodigio de la música. Tocaba el piano, el arpa, el oboe, saxofón y un poco el violín, dominaba el beatbox y rapeaba. Mi instrumento favorito era el arpa y luego el piano, sus sonidos me resultaban relajantes y amorniosos, perfectos a su manera. También canto, pero no es mi pasión.

Yo junto con Madison, una amiga del grupo componemos las canciones. Yo suelo hacer la letra y ella la partitura. Nos va bien.

-Nose, Madison esta ocupada con el coro y ha dicho que no sabe si va a poder- me encogí de hombros terminando de recoger mis cosas y bajando las escaleras para llegar hasta la puerta del aula.

-¡Ya estoy aquí!-

- Y yo que me alegro, pero ¿qué haces aquí?- pregunté mirándola con una pequeña sonrisa al ver que por poco se cae por haber venido corriendo.

-Me ha llamado Zack, me había dicho que había reunión para saber que íbamos a tocar hoy- me gire hacia Zack viendo como le hacía gestos a Lind para que se callase.

-Jaja-rio nerviosamente.

-¿Tú para que le dices nada?- dije dándole una colleja en la cabeza.

-¿Qué pasa?- pregunto Lind.

-Haber, que no se, si vamos a tocar- dije acercándome a ella.

-¿Qué? ¿Porqué?- pregunto la peli rubio delante de mi.

-Eso, ¿porque no?- dijo Zack poniendose detrás de ella.

-Tú te callas-dije acercándome a él haciendo que se escondiera detrás de Lind.

Lind tenía sus manos apoyadas en sus caderas mientras me miraba alzando una ceja.

Suspiré.

-Haber, Madison esta ocupada así que no sabe si va a poder con lo cual lo más seguro es que no vayamos a hacerlo- dije reafirmando el agarre de la tira de mi mochila en mi hombro.

-Ah, jo, ya decía yo, que como está con lo de coro y todo eso iba a ser muy heavy- reí un poco al escuchar como se expresaba-¿Y tú para que me dices que íbamos a tocar? ¿sabes todo lo que e corrido para llegar a tiempo?¿Eres tonto o que te pasa?- pregunto a Zack girandose sobre su eje para encararlo. Se cruzó de brazos y Zack trago saliva.

No pude evitar soltar una carcajada al ver tal escena.

Zack lo tenía jodido, todo el mundo sabía que Lind odiaba correr y más si era innecesariamente.

-Haber, es que yo creía que...-

-Te escucho-

-Hardey, ayudame- dijo sin apartar la mirada de ella y casi sin mover lo labios.

-Buena suerte, amigo, yo me voy- di un beso en la cabeza a Lind- no tengas piedad Lind- dije mientras salía de allí.

-¡TRAIDOR!-gritó Zack.

-¡YO TE MATÓ!-dijo Lind mientras empezaba, a lo que yo creo que era, perseguirlo.

-aaaaaaauuuu ¡EIDER! ¡ESTÁS SALVAJE!- chilló Zack.

Y eso eran mis amigos, ¿de verdad que no encontré nada mejor?

Reí ante mi propio comentario.

Y ahora a informar a la gente.

Yuju.

Matenme.

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-L
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