Douma reencarna, sus padres lo comprometen por interés y tiene una hija, resulta que, Shinobu reencarna en la niña, la madre de la pequeña muere en el parto. Y el hombre rubio de tan solo veinte años queda a cargo de una empresa familiar, mucho dine...
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Los primeros meses de la pequeña Cho, fueron un martirio para Douma.
Cambiar pañales, no era lo suyo. Pero se estaba convirtiendo en ello poco a poco.
Fue vomitado y llenado de orina por lo menos tres veces a la semana. Y una vez su pequeña hija se le pegó al pecho pensando que tenía leche.
"Soy un hombre, hija, yo no produzco leche materna para eso está tú nodriza" Eso le pasó por la mente al muchacho.
Y sí, nodriza, contrataron a una muchacha para que amamantara a la pequeña Cho.
Que ¿Porqué? Bueno, según su suegra debería de tomar leche materna así que contrataron a una nodriza.
Es una chica de su edad. Y según su nana (si, él tuvo nana) le encajo el ojo. Él no necesita que alguien le encaje el ojo encima, él necesita cuidar a su hija y no morir enterrado en papeleo.
Hablando de papeleo, en ese mismo instante estaba combatiendo contra este.
Pero parecía que jamás terminaría.
¡Maldito papeleo! ¡Maldito trabajo!
De no ser por esto estaría feliz de la vida con la adorable y regordeta Cho-chan.
Y es que sí, la niña, ahora de un año, ya podía mantenerse en pie por si sola y estaba intentando caminar. Con unas mejillas regordetas y que le regalaron el apodo de "dumpling" cortesía de su "tío" Akaza y su hermano menor Hakuji.
Si hasta Muzan reencarno, ¿Porqué no lo haría la tercera luna?
Hablando de Muzan... Alabada sea su novia, se ofreció a cuidar de su pequeña en lo que él batalla en Troya.
Es tan divertido pensar en eso… ¿Quién diría que sería el menor de los cuatro?
Apenas está en la preparatoria.
Y Akaza está haciendo sus pasantías junto a Hakuji. Kokushibo tiene su edad así que no importa.
- ¡Presidente, le estoy hablando! - su asistente le gritó en el oído.
- ¿Pero qué te pasa? Ryusaki, estoy ocupado. ¿Qué necesitas? - un tono de molestia salió de su boca.
- Presidente, ya va comenzar su junta con los inversionistas, llegará tarde si no se apresura. - ah... Con que era eso.
- Si, si, ya voy.
Estaba en la luna. Pero él estaba especializado en eso, tantos años trabajando para Kibutsuji sumado a la escuela le hacían a su cerebro poner atención a todo inconcientemente.
- Y, Douma-dono, ¿Está de acuerdo con la idea? -
- Totalmente de acuerdo, es una gran idea de marketing. - listo, nos largamos a casa. Porqué la super reunión ya terminó.
- ¡¡¡Ya llegué!!! - su grito resonó por el apartamento.
- ¡¡¡Ya deja de gritar como un maldito loco!!! - Con odio, le gritó a todo pulmón. Cierta voz ya conocida.
- Tú también estás gritando, querido. - la chica le regaño levemente con algo de incomodidad.
Muzan Kibutsuji solo la miro como si estuviera diciendo una locura y le dió un suave beso en la mejilla. Recibiendo un lindo puchero de parte de su novia.
- Ay... El amor... - Douma suspiro cual colegiala enamorada, - sobre todo el juvenil. - y se burló de su " patrón " y su novia.
Muzan lo miró mal.
- Muy bien y... ¿Donde esta mi ángel, mi mariposa, mi razón de ser, mi-? - no pudo continuar porque lo interrumpieron.
- Tu hija está dormida, jugó y corrió mucho, pero no dió del todo problemas. Si nos disculpas, nos vamos. - Muzan lo interrumpió y tomó la mano de su novia saliendo del apartamento.
- A- adiós, Douma-dono - ella se despidió como pudo.
Se dirigió de inmediato a la habitación de la pequeña Cho y la miró, allí tan tranquila...
Totalmente dormida.
Definitivamente su hija es un ángel.
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