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AITHNE

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AITHNE

-¿Me queda bien?

-si, obvio que todo te va a quedar bien eres mí copia. - ¿Por qué tuve que nacer cinco minutos después de el?

Me encontraba enfrente a un espejo viendo cómo me quedaba el vestido. Ya estaba maquillada, me había echo algo bastante sencillo. Solo faltaba que Jack terminada de ponerse la corbata. Vi como estaba luchando frente al espejo. Me dio tanta pena que decidí ayudarlo.

-Listo Jackie-Boo. - Jackie-Boo era como solía llamarlo cuando éramos niños. Note como sonrió con nostalgia cuando escuchó como lo llame.

Ya listos para ir, lo mire para ver si faltaba algo más.

El iba con un traje negro y corbata del mismo color, algo muy simple, pero le quedaba bastante bien.

-Vamos ya pequeño pimpollo. - Hablo Jack, haciéndose el gracioso.

-Eres un idiota. - Dije riéndome suavemente mientras entraba en el auto.

**

Ya estábamos a una hora de viaje, donde hablamos de un montón de cosas. Creía que no había mas para agregar, hasta que el rubio que estaba a mi lado habla.

-Conocí a una chica en un bar, era verdaderamente linda. No me dijo su nombre y creo que es por eso que me empezó interesar tanto. - Lo dijo muy deprisa como si al instante que lo soltase tratara de ir marcha atrás. Y lo entiendo ya que era algo bastante extraño, Jack no era mucho de estar con mujeres. Pero aun así me alegre, era hora que conozca a alguien últimamente estuvo tan metido en temas absurdos, como si quisiera escapar de algo y lo entiendo yo también lo hago.

-¿que harás para volver a verla? - Lo pregunte porque sabia que no se iba a quedar de brazos cruzados.

- Aun no lo se, pero te aseguro Aith que la volveré a ver. -Dijo seguro. Jack era asi, iba a por todo.

Dejando de lado a mi hermano me puse a ver la carretera, estaba tranquila y despejada al igual que el cielo.

**

Ya habíamos llegado, nos encontrábamos enfrente de un gran salón de eventos. Las personas iban saliendo de sus autos, así llenándose la entrada. Todos vestían de manera elegante. Hombres y mujeres con sus aires de "soy importante" caminaban alrededor de nosotros, recibiendo algunos saludos o miradas.

Al entrar nos encontramos con alrededor de diez mesas de forma redonda cada una con un numero diferente, las personas iban mirando sus tarjetas para ver que numero les había tocado. Mirando mi tarjeta veo el numero "1" siempre solían posicionarnos en este numero, nunca supe si era por las categorías.

Conforme la gente fue llegando y tomando asiento todo se fue despejando asi veo como los chicos venían hacia nosotros, todos vestidos de trajes, caminando como si se llevaran el mundo por delante.

Fuego CruzadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora