compass ; noren [pausa]

habits

Renjun es una persona tonta y muy fácil.

No puede volver a casa solo.

Necesita a alguien para calmar el dolor.

Coloca la pastilla rosada sobre su lengua esperando a que el ácido sabor haga efecto alguno en su cerebro tonto que solo puede pensar en él.

Es triste ver cómo el estudiante con notas brillantes cayó en ese horrible hoyo sin salida.

Renjun abandonó sus estudios.

Abandonó sus sueños y aspiraciones.

Todo en él se volvió tan monótono y sin sentido.

Tenía que estar drogado para tenerlo fuera de su mente.

Renjun es una persona tonta y muy fácil.

Cambia sus pijamas por ropa que lo hace sentir bonito. Deseable.

Justo como él lo hizo sentir antes de dejarlo caer.

Sale de su barato departamento sin siquiera revisar que esté todo cerrado, sin prestarle atención a las mechas de la estufa. Renjun solo desea que esa tortura acabe.

Solo bastan un par de minutos para estar frente al parque donde consigue ligar con algunos padres de familia desesperados.

Renjun sabe hacerlos sentir vivos. El sexo sucio, rápido y casual nunca le ha hecho daño a alguien, y eso para él es ganar un poco de distracción y diversión, aún cuando no está muy consciente como para distinguir que el nombre de él sale de su boca cuando llega a la cima.

Después de divertirse un poco huye a casa. Cena Twinkies -único alimento presente en su alacena- dentro de su bañera sucia por todo el vómito sin lavar que deja cuando está muy cansado como para limpiar.

Está llorando.

¿Cómo es que fue tan estúpido por enamorarse de alguien que solamente lo usaba para beneficio propio?

Puede sentir como es que su corazón fue arrancado de su caja torácica.

¿Por culpa de un chico estúpido había abandonado su futuro prometedor como pintor?

Pues eso parece.

Ahora todas sus pinturas tienen un mismo patrón.

Una nariz puntiaguda.

Ojos en media luna.

Sonrisa brillante y completamente recta.

Cabello casi tan oscuro como la noche.

Constelaciones que le recuerdan al universo que alguna vez pudo ver en esos profundos orbes después de hacer el amor.

Necesita otra pastilla. Tal vez dos. Tres. Cuatro. Puede que necesite embutirse toda la bolsa sin detenerse a pensar.

Deja sus Twinkies a medio comer sobre el lavamanos y corre en dirección a su habitación donde recuerda haber dejado una bolsa con su pequeño escape de la realidad.

La escena se repite.

Renjun es una persona tonta y muy fácil.

Toma la primera pastilla que encuentra en su bolsita plástica con aroma a narcóticos. Ahora la pastilla es color azul, similar a los suéteres que usaba porque a él le gustaba ese color en contraste con su pálida y lechosa piel.

Sale de su barato departamento en busca de un club de sexo y así poder ligar un poco sin siquiera importarle su ansiedad social.

Haría de todo para obtener sus preciadas pastillas que lo sacan de su realidad.

Porque él necesita estar drogado para mantenerlo fuera de su mente.

Su teléfono vibra y emite ese sonido que ha personalizado para notificaciones de él.

Sus ojos se nublan con anticipación.

La mezcla de una nubosidad por lágrimas y la pantalla rota nunca es buena combinación, pero Renjun está tan acostumbrado a la misma escena de siempre.

Tal vez sea buena idea tomar un par de pastillas más y esperar a que finalmente le dé una estúpida sobredosis que tanto ha estado buscando.

Renjun es una persona tonta y muy fácil.

Él necesita estar drogado para vivir en su mundo de ensueño.

«La vida sigue -dicen-,
pero no siempre es verdad.
A veces la vida no sigue.
A veces solo pasan los días.»

¡leejeno23 ha realizado una publicación después de mucho tiempo!