-Es raro que mí hijo pida que contrate a alguien, debiste darle una buena impresión, no suele relacionarse con las personas, además de su familia y su antiguo chofer, él no conoce a mucha gente y no le gusta socializar.
-Yo creo que la razón es por qué se comunicarme con lengua de señas, y... Se manejar...
Él señor Imperial ríe ante el comentario.
-¿Habías estado en una entrevista de trabajo antes?
-Nunca en una tan formal... -afloja su corbata, el hombre parecía simpático y relajado, pero de todas formas tenía miedo de arruinarlo y perder la oportunidad.
-Escucha... Mí hijo es especial para mí, y necesito que aprenda a socializar y abrirse más, él cree que por ser sordomudo no puede hacer nada, pero de verdad me gustaría que salga de esa burbuja. Intenté contratar a personas para que lo ayuden pero el no confía en nadie, debió ver algo en ti que hizo que ganarás su confianza tan rápido.
-En verdad, no sé que vió su hijo en mí, pero si me da su confianza me aseguraré de dar mí mejor esfuerzo, señor, se lo aseguro -De verdad no sabía en qué se estaba metiendo, solo le devolvió su dinero, pero se sentía como si lo estuvieran recompensado por algo.
-De todas formas, aún no te conozco, te contrataré como el chófer de mí hijo, pero lo que necesita él es un asistente, quiero que sea mí sucesor algún día. Te daré un mes de prueba. Si veo mejoría en mí hijo tienes el trabajo, pero si no, no creo que sirva de algo, su antiguo chofer lo concentía mucho, por eso ahora es un dependiente. Dale lo que necesita, no lo que te pida -Chasquea la lengua- ¿Comprendes?
-Creo que comprendo -¿acaso me pedía que educara a su hijo? Pensó.
-Es suficiente para mi. Mí hijo ya tiene tu contacto, lo demás te lo dejo a ti -Y sin más se levanta y se va, dejándolo solo en la oficina.
Freddie rascó su nuca, se preguntó si era tarde para arrepentirse, porque no tenía idea de lo que tenía que hacer.
(...)
-No entiendo, ¿serás el chófer de el hijo de un empresario multimillonario?-su compañera Lisa, lo miraba con una ceja arriba, no entendía la historia que Fred le estaba contando.
-No es solo eso -suspira antes de volver a explicarle- El hijo, Dorian, me pidió que sea su chofer, ¿entiendes? -La pelirroja asiente pero sigue con la misma expresión confundida- Él me dió el contacto de su padre, y cuando voy a la entrevista, me dice que quiere que ayude a su hijo a abrirse en la sociedad o algo así.
-A ver si entendí, quiere que seas su amigo y le ayudes a salir de su zona de confort por así decirlo, ¿Que es? ¿un hikikomori? -Bromea pero a Fred no le parece gracioso.
-El chico me pareció normal, de hecho lo conocí en un bar muy lujoso, el barman era su amigo, supongo que si sale de vez en cuando, pero no es muy sociable -rasca su nuca- Aún no entiendo que impresión dí para que me vean capaz de tando. Yo apenas y hablo con la gente para sobrevivir, pero no tengo amigos y no sé que espera que haga con Dorian.
-Oye creí que yo era tu amiga -finge una expresión triste- Pero en fin, no te compliques la vida, no creo que tengas que hacer demasiado, solo ser su amigo, y mostrarle otra forma de vivir la vida, no lo sé, improvisa, no lo fueras tanto y deja que fluya... -Le resta importancia alzando uno de sus hombros, y cuando entra un cliente nuevo se aleja de él para atender a las persona del otro lado de la caja.
Freddie se queda pensativo, el Sr. Imperial ni siquiera le dijo cuanto le pagaría si conseguía el trabajo, y ya se lo estaba tomando muy enserio.
Suspiró de forma exagerada queriendo deshacerse de todo el estrés y Lisa lo miró desde la caja con cara de desagrado.
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El Balance Perfecto
Teen FictionJay es una fría y arrogante ejecutiva que vive una vida laboral llena de estrés y responsabilidades, con un abuelo estricto, quién la atormenta y espera no lamentar dejarla a cargo de la gran herencia. El destino la cruzará con Freddie, un joven uni...