Please, don't wake me up

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Asher te miente...

Asher te miente...

Asher te miente...

–Ya por favor– susurré apretándome la cabeza para no pensar. –Por favor ya para.

23:16 p.m.

Solté mi celular cansado. Habían pasado casi 2 malditas horas desde que hice el primer intento para dormir.

Maldición...

La cabeza estaba matándome, y podía sentir como las venas de los costados palpitaban con fuerza creando una presión y un dolor que nunca había sentido. Iba a explotar. No podía, no podía ni siquiera pegar un ojo porque al mínimo indicio de sueño en mi cabeza resonaba siempre la misma frase "Asher te miente".

–No,no,no– pensé en voz alta para calmar y convencer a mi cerebro.

No escuché razones, en cuanto oí tal frase me subí al primer taxi que vi pasar por la avenida. Que mierda significa.

–Que mierda pretendes Finn Wolfhard– me quejé cansado.

¿Me miente? Me miente cómo. ¿Está acaso con alguien más? ¿Me fue infiel? Cómo rayos me miente, en qué mierda me miente.

Agarré el celular por millonésima vez y entré a whatsapp por inercia. "Il mio cuore 🤍" mi único contacto fijado. Último mensaje "Te amo pecoso". 

Dejé caer el aparato sobre mi pecho y me cubrí los ojos frustrado, las lágrimas salían solas, y los sollozos no tardaron en salir de mi boca muy despacio. Sorbí la nariz un par de veces tratando de respirar para que el corazón no me latiera tan rápido.

¿Qué era todo esto? No entiendo.

Me limpié los ojos con el dorso de mis manos y me llevé el cabello para atrás con fuerza sintiéndome un fiasco. ¿Qué hago? ¿Qué se supone que debo hacer?

Volví a agarrar el aparato entre mis manos y entré a mi chat fijado. ¿Debo escribirle? ¿Qué debo ponerle?

"En línea"

Mierda.

Actué casi sin pensarlo, apreté el botón de llamada.

–Hola amor, pensé que ya te habías dormido, no me mandaste el mensaje al llegar a casa, lo olvidaste ¿Verdad?– soltó una risilla. –Acabo de llegar a casa, tuve que quedarme una hora más para completar el inventario y cerrar, traje unos muffins de naranja que quedaron, mañana los llevo para tu mamá y para ti ¿Te gustan los de naranja verdad?–

Silencio...

–¿Jack? ¿Estás ahí?–

¿Qué debo decir?

–Bonito ¿Te dormiste?–

Vamos Jack, di algo

–Asher...– susurré.

Mierda, mi voz salió quebrada

–¿Estás bien, amor?– sonó preocupado.

Silencio

–¿Jack? ¿Te pasó algo? ¿Estás bien?–

Qué le digo