Please, don't wake me up

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-¡Hey Jack! -gritó el castaño rizado. -¿A dónde vas?

-Sí Jack, has estado muy inquieto hoy ¿Qué pasa? -dijo el oji-verde que estaba aferrado al brazo del anterior chico.

-Voy a la casa de Finn. -sonreí. -Debo pasarle los apuntes de hoy.

-¿Y te vas sin despedirte? -dijo Wyatt haciéndose el indignado. -Yo no te crie así hijo.

Todos reímos incluido él.

-Calla tonto. -Jae lo golpeó con el codo. -¿Está enfermo o se le dio la gana de no venir?

-Sophia me dijo que estaba enfermo. -me encogí de hombros. -Por cierto... -di una vista panorámica al patio. -¿Dónde está?

-Ay Dios. -miró al cielo. -Yo no crie a estos niños así. -fingió sollozos. -¡Por qué me hacen esto!

-Calla tonto. -sonrió. -Muy chistocito ¿No?

-¿Quieres que me calle? Cállame a besos. -sonrió pícaro.

-Una vez más, calla tonto. -rió.

-Tú me amas así Jae-Jae. -le dió un corto beso en los labios.

¿Cuánto tiempo más debo esperar por esto?

Removí mi cabeza despacio tratando de sacar esos pensamientos de mi mente, además de la sonrisa boba que inconsientemente se había formado en mis labios. Ellos estaban en su mundo, no se dieron cuenta.

-Ya paren par de empalagosos. -sonreí. -Estamos en público.

-Yo puedo demostrar mi amor cuando yo quiera. -dijo Wyatt tomándo la mano del menor.

-Está bien Romeo. -rodé los ojos. -Ya debo irme, se hace tarde.

Me alejé un poco despidiéndome con la mano, y obvio, mirando al frente porque con lo torpe que soy a veces, quizá me pego la cabeza con algún poste.

-¡Jack! -me llamó el más alto.

Giré instantáneamente, haciendo un gesto con mi cabeza para ver qué quería.

-¿Y mi beso? -señaló su mejilla.

Mecánicamente saqué el dedo medio acompañado de la sonrisa irónica que tanto me gustaba.

Ambos riéron a carcajadas mientras yo hacía lo mismo.

-¡Cuidate enano! -gritó él de nuevo.

Están locos.

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Estuve a punto de tocar la puerta de la casa de mi amigo cuando ésta se abrió sóla, dejando ver a la mamá de Finn saliendo con prisa.

-Buenas tardes señora Wolfhard. -sonreí tímido.

-Qué bueno que llegaste Jack. -besó mi mejilla. -Finn está en su habitación. Debo salir a comprar más papel. -sonrió. -¿Lo cuidarías por mí?

-No se preocupe, a eso vengo. -dije rápido.

-Eres un amor Jack. -apretó un poco mi mejilla. -Nos vemos.

La observé mientras caminaba a su auto apurada.

-¡Oh! -exclamó girándo para verme. -Que no haga locuras por favor. -me dijo suplicante.

-Yo lo cuido señora Wolfhard. -afirmé sonriente.

Asintió sonriéndome. Las sonrisas de ella y Finn se parecían mucho, me gustaba eso.
Con prisa se marchó, y yo me despedí con la mano mientras veía el auto alejarse.