Cap 5.

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Llegué a mi casa empapada, mis botas estaban llenas de barro y mi pelo chorreaba agua hasta mojar mi fría espalda. Todavía seguía enojada por el choque con Caleb, el hecho de que mi mochila se mojo y no se disculpó. Luego me ¨recomendó¨ cortarme el pelo. No me importa lo que piense alguien como Caleb. Ahora se que su actitud de chico nerd, de chico tímido, es una máscara, en realidad no es así. Lo que más me preocupaba era mi madre, no se como iba a reaccionar cuando me viera toda mojada y llena de barro. Toque el timbre temblorosa. Abrió la puerta .

-¿Qué te pasó?- exclamó enojada viéndome de arriba a abajo

-No se si te diste cuenta pero hay una tormenta afuera y tuve un accidente- dije sacándome la mochila del hombro y mostrándosela.

-Ay Caroline, ¿por qué tenes la mochila así? Sacate esas botas y pasa por favor- dijo mientras corría el felpudo blanco de la puerta.

-Estaba caminando tranquila, había empezado a llover pero yo estaba  mayormente seca, solo un par de gotas me habían caído, hasta que me chocó alguien. Caleb- dije tapandome con una toalla

-¿Caleb Hasting? ¿El chico nuevo?-

-Si, me choco y se me cayó la mochila al barro, me mojé toda y él apenas se mojó el jean- dije en un tono sarcástico mientras me secaba el pelo.

-Bueno hija, son cosas que pasan, no te habrá visto- dijo de forma tranquila.

-Mama fue su culpa, me arruinó la mochila y además me dijo que me tenía que cortar el pelo. Que no me dejaba ver a las personas- dije

-Ay que gracioso, tiene razón Caroline- dijo riendo

-¿Vos también? Me voy a mi cuarto- dije poniendo los ojos en blanco-A lo mejor me doy una ducha para calentarme.

Subí las escaleras hasta mi cuarto rápido ya que se me congelaban los pies. Todavía no le había dicho nada a mamá sobre ir a lo de Polo hoy de noche. A mi madre nunca le convenció Polo, siempre me decía que tuviera cuidado, que no parecía un buen chico. Yo solo sé que lo conozco, y ella no. Polo tiene sus cosas, puede que no sea tan amable con todos pero conmigo siempre lo fue, y eso es lo que le debería importar a mi madre.

Mi cuarto se veía tan oscuro, supongo que la tormenta lo hace ver así. Prendí la estufa de mi cuarto y me metí al baño, ansiaba desesperadamente el agua caliente sobre mi cuerpo.

Me demoré en bañarme, lo necesitaba. El liceo, Polo y sus comentarios sobre Caleb, Caleb en sí. Polo hace esas escenas de celos cuando se siente inseguro pero no se como puede estar inseguro de Caleb. Hoy debería hablar con él y tratar de resolver las cosas. Lo extraño, extraño lo que éramos. Salí de la ducha y me envolví con la toalla. El calor que la estufa irradiaba se había apoderado del cuarto. Mientras elegía que ponerme pensaba en cómo todo había cambiado en comparación al año pasado. Yo había cambiado. Me solía conformar con poco, estaba con Polo la mayor parte de mi tiempo y sin embargo me seguía sintiendo vacía. Quería que alguien llenara el vacío que mi padre me había dejado desesperadamente.

Cuando conocí a Polo el año pasado me enamoré, no soy de decir estas cosas porque no creo en el amor de esa manera pero me fleche cuando lo vi. Su acento español, su actitud, su humor, todo de él me gustaba. Cuando lo conocí se podría decir que era un ¨chico bueno¨, no salía a fiestas, no andaba con muchas a la vez, ni mucho menos fumaba. Esto cambió. Supongo que se dio cuenta que chicos buenos en mi liceo hay muchos, pero como Polo no. A mi me gustaba como un chico bueno y cuando cambió su actitud me siguió gustando. Pero todo tiene su fin supongo. El tema de ser un ¨chico malo¨ es que aburre más rápido, o por lo menos a mi. Con Polo siempre era todo igual, solo salíamos y no mucho más.

En llamas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora