9

9 7 10
                                    

Al parecer no me fije en el poco combustible que le quedaba al auto y olvide pasar por la gasolinera. Ahora me he quedado botada y necesito ir a trabajar. Y salir a pedir un aventón no es una opción. Pues resulta ser que por donde iba no es de pasar muchos autos, faltaban una cuadras para salir a la carretera. Cómo no tengo amigos, no puedo llamar a alguien que me ayude , Dayler vive muy lejos, Kane por lo que veo no tiene auto, lo que es extraño dado que tiene el dinero para comprarse uno, mi padre está descartado.

Llevo más o menos 15 minutos tratando de encontrar una idea sobre qué hacer, mi turno comienza en media hora y no puedo llegar tarde. Miro varias veces mi celular, como si de la nada fuera a aparecer una llamada por arte de magia, pero no, no va a pasar. Me propongo caminar hasta la carretera y pedir ayuda.

Cómo si Dios hubiera escuchado mis súplicas, aparece en mi vista, un pequeño Volkswagen gris, la verdad muy bonito. Cuando está más cerca salgo de mi auto y comienzo a saltar y a hacer gestos exageradamente con mis manos, si no estuviera desesperada en ese instante me sentiría ridícula.

El auto se detiene y puedo ver quien es la persona que maneja.

-Necesitas ayuda ?- me pregunta tímidamente

De nuevo esta chica molesta. Hoy me la he pasado cruzándomela. Parece buena gente, pero últimamente no me confío de nadie.
En este caso no tengo más opción, a menos que quiera llegar tarde y que me despidan.

-me he quedado sin combustible, y para rematar una llanta pinchada- señaló donde se encuentra la rueda de mi auto.

-oh- hace una pausa para después hablar- Em, si quieres te llevo, no es que tenga mucho que hacer tampoco- se encoge de hombros.

- oye muchas gracias, me haz salvado el día- digo sonriendo.

-No hay de que - me dedica una sonrisa.

Me subo al puesto del copiloto, y esta arranca el auto. Mientras llamo a la agencia para que vengan a buscar mi auto y lo reparen.

- oh lo siento, a donde es que ibas?- es un poco distraída me he dado cuenta, en fin. Le explico dónde queda el restaurante y ella se dirige a este.

- No de que haría si no hubieras aparecido- y es verdad, me pesa mucho caminar, soy vaga nivel Dios

- simple, llamar un taxi- oh, que estúpida soy.

Cómo no se me ocurrió?

- No pensé en eso- comienzo a reír.

Pasan unos minutos y ella al parecer está debatiendo algún tema de conversación.

- he visto cómo las perras de Caroline, Kate y Marie te molestan. A veces me dan ganas de matarlas y vender sus órganos en el mercado negro - wao esta chica tiene instintos asesinos.

- en serio ?- pregunto abriendo los ojos como platos.

-qué? Porque no? Se lo merecen- reímos por las locas ideas de esta chica

-Simplemente son niñas pijas que no reciben la suficiente a dedicación de sus padres solo piensan que dándole dinero ya está hecho, y buscan llamar la atención en otros lugares- le resto importancia al asunto, pues no me parece un tema interesante para hablar, ellas me dan absolutamente lo mismo.

-Bueno si, tienes razón, pero a veces esta bien sentir ese alivio de verlas gritar porque le viertes un vaso de batido bien frío en la cabeza- reímos las dos.

Darkness Donde viven las historias. Descúbrelo ahora