Contigo

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"Contigo, quiero escuchar contigo esta canción que solo habla de ti y de mi, contigo lo soy todo contigo, tu me haces falta ya no puedo vivir sin ti, contigo quiero estar contigo y decirte que ya no puedo vivir sin ti"

La misión se estaba alargando más de lo necesario, llevaba más de 2 años en el puerto de la ciudad del mar y no había rastros del alga roja.

Comenzaba a desesperarse, necesitaba esa planta por sus propiedades para contrarrestar venenos potentes, pero al parecer todos coincidían en que era solo un mito.

¿Cómo había llegado a esto?

Ah, claro, después de la infidelidad de su ex-prometido Sasuke Uchiha, la depresión la había hecho tomar la decisión de ir a la misión más larga que pudiera encontrar.

El agua salada le golpeaba las pantorrillas mientras se decidía a entrar a bucear en las arremolinadas aguas turquesas que la playa le estaba ofreciendo.

La gran ventaja que podía sacar de esta misión es que ahora era muy buena nadadora. Se había sumergido al rededor de 10 veces al día buscando por los arrecifes y las pequeñas cuevas submarinas la pequeña y escasa planta sin éxito.

Todo este ejercicio extra a sus entrenamientos ninja había logrado terminar de formar su cuerpo.

Sus curvas se acentuaron aún más y su cintura se marcó aún más, dándole la figura de un reloj de arena.

Quitó el pareo de su cintura quedando únicamente en su traje de baño nada revelador, muy parecido al de un buzo y sin más de lanzó a las corrientes marinas dejando que el agua refrescará su piel y sus largos cabellos rosados se humedecieran por completo bajo el azul del mar.

En una sola respiración bajo hasta el fondo y comenzó a explorar.

Utilizando su chakra como visor lograba visualizar con claridad cada aspecto del arenoso suelo.

Siguió nadando lentamente hasta que la necesidad de respirar se hizo presente y subió a la superficie a tomar aire.

3 minutos y medio era su marca bajo el frío mar.

En otra bocanada de aire volvió a sumergirse.
Lo primero que logro ver fue un pequeño grupo de medusas, sabía que necesitaba guardar su distancia pues aunque su tamaño no rebasa los 5 cm sabía que sus agijones en esta pequeña especie  no eran letales, si eran bastante molestos.

Se alejo de ellas y siguió explorando poco a poco.

Al cabo de unas horas su cuerpo completamente rendido de pelear con las corrientes tan fuertes le pidió un descanso.

Salió del agua, quitando el zargaso de su camino para poder volver a la arena húmeda de la costa.

Vivir en este país tenía sus ventajas, los paisajes eran realmente maravillosos, tanto que en algún momento pensó en tener su luna de miel con Uchiha en este lugar.

-Tenías que arruinarlo todo, Sasuke- comento al aire mientras la brisa revolvió un poco su húmedo cabello y refrescaba su piel

¿Alguna vez podría perdonar el hecho de que Uchiha haya preferido sentar cabeza con Karin?

Su corazon se oprimió.

-Basta- se dijo a si misma- no pienses en eso, ya pasó, lo importante es terminar esta misión y seguir adelante- cerro sus ojos fuertemente alejando el recuerdo y continuo su camino al su arbnb para descansar.

-Sakura-Chan!- escucho la llamaban

-Señora Izuki- respondió con una sonrisa, mirando a la anciana que se acercaba a ella alegre, su piel estaba bronceada por el sol, sus ojos reflejaban la sabiduría de los años y sus largos cabellos negros se entretejian con los plateados que revelaban su edad

-Haz terminando por hoy niña?- comento la anciana

-Asi es me disponía a ir a casa a descansar- comento con una sonrisa sincera

-trabajas demaciado niña, ven a cenar a casa estoy segura de que mi esposo estará encantado de recibirte, le recuerdas mucho a la pequeña Mei- dijo con una sonrisa de nostalgia recordando a su pequeña nieta

-Me encantaría, pero necesito hacer el reporte para mí hokage y la verdad quisiera poder dormir desde temprano- contesto intentando no molestar ni lastimar las buenas intenciones de la señora Izuki

-Oh, ya veo, no te preocupes, otro día será- dijo con desolayo para girarse sobre sus propios pies y comenzar a caminar -Nos veremos Sakura-chan- se despidió la anciana

-Hasta luego- contesto la pelirrosa mientras retomaba su camino al departamento.

Entro por la puerta principal y sin mucha gracia se dejó caer sobre el sofá. Estaba exhausta necesitaba empezar a escribir ese reporte para Kakashi lo antes posible, así podría descansar toda la noche sin más.

Ni lenta ni perezosa, tomo un pergamino y se dispuso a escribir todo lo que había vivido la última semana, deseando haber podido mandar buenas noticias, más sin embargo ella misma comenzaba a creer que jamás encontraría esa planta.

"Kakashi

Sin novedades, al parecer esa planta es muy escasa o realmente es un mito. No hay indicios de que crezca en esta área y sin embargo es donde más se habla de ella, mis investigaciones indican que tal vez pueda ser un espécimen extinto hace ya algunas décadas, indague en un pueblo cercano, las tribus que lo conformaban comentaban que hace alrededor de 100 años las algas comenzaron a deprimirse y desaparecer. Me temo que sea solo una leyenda o que realmente hayan desaparecido por completo, seguiré investigando tanto como pueda.

Sakura Haruno"

Corto, exacto y sin tanto relleno, eso le aseguraba que el hokague no apilar su comunicado con el resto del papeleo.

Hizo un justsu de cifrado para que el mensaje quedará en código y uno de invocación, un pequeño Alcón apareció sobre la mesa

-Hola takamaru, gracias por responder mi llamado- el ave inmediatamente posicionó su cabeza para recibir las suaves caricias de la chica- Podrías llevar esto a la hoja, confío en ti- dijo suavemente mientas enfundaba el pergamino en la espalda del ave y está tomaba vuelo rápidamente rumbo a Konoha.

Miro con cansancio al ave elevarse alto por los cielos atravez de su ventana abierta.

Quitó su ropa aún húmeda por el buceo y prosiguió a tomar una ducha caliente para descontracturar sus músculos.

Salió de la ducha y busco en sus cajones un camisón de seda lila algo transparente pero fresco, lo coloco sobre su piel limpia y se tiró en la cama. Tenía hambre pero el sueño pudo más con ella, se durmió instantáneamente.

Mientras tanto, takamaru surcaba los cielos con rapidez, estimaba llegar a la hoja por la mañana, su entrenamiento y sus altas habilidades de vuelo rápido lo volvieron el Halcón más utilizando para mensajes de urgencia y mensajes que necesitaban llegar desde lejos lo más rápido posible.

El viento golpeaba fuerte mente sus alas en la tranquila obscuridad de la noche.

Estaba determinado, llegaría a la aldea lo más rápido posible.

El son del escorpión y la rosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora