Su amiga insistía bastante y él estaba renuente. No quería ir, aquellos lugares no eran de su estilo. Sí, tenía poco que su persona había salido del closet pero aún no se atrevía a dejar descubierta su sexualidad al público. Aunque no lo pareciera, Jimin era un joven tímido. Coqueto por naturaleza, sí, pero se avergonzaba fácilmente y le era difícil hacer amigos.
Mi Suk insistía e insistía. Tanto que toda palabra que saliera de su boca comenzaba a irritarle y ese día su cabeza no se encontraba en condiciones para agregarle un problema extra como lo estaba siendo en ese momento su mejor amiga.
Mi Suk volvía a lloriquear, llamando la atención de toda la gente en la cafetería de la universidad. Tenía poco que ambos comenzaron a trabajar como docentes en ella, conviviendo ahora con sus antiguos maestros y antiguos hoobaes, lo cual hacía más vergonzosa la situación de lo que ya era.
La miró unos segundos y, con un suspiro pesado más un ligero golpe en la frente de su amiga, accedió, calmando así todo el pesar de la fémina.
Cuando accedió a ir con ella a aquel bar no se imaginaba las consecuencias que traería con ello. No quería ponerse ese saco emplumado que traía su amiga en mano; ni mucho menos quería maquillarse como ella sugería. Jimin ya estaba bastante acomplejado con sus femeninas facciones como para acentuarlas más aún.
Y Mi Suk insistía. De nuevo. Se creía que ese es su único propósito en la vida.
Mi Suk alegaba, una y otra vez, que Jimin era un hombre muy guapo. Que debía mostrar con seguridad su belleza al mundo, además de que usar un poco de maquillaje y ese precioso saco no le quita lo hombre. No señor. Le haría ver como un hombre seguro, fuerte y empoderado. Seguro de su masculinidad, seguro de sí mismo, seguro de sus decisiones.
Que lástima que Jimin no fuera así. Lamentaba decepcionarla.
Desgraciadamente, el chico no podía resistirse por mucho tiempo ante su amiga. Cayó redondito a los segundos, enredándose en sus encantos y trampas. Aceptando, con pesar, su futuro destino.
El bar era completamente distinto a lo que se imaginaba. Sí, desde lejos se notaba que era un bar "gay" pero el ambiente era más calmado y relajado de lo que se esperaba. Las personas tomaban tranquilamente sus copas, charlando y riendo; la luz era cálida y bonita, le daba seguridad y, al fondo, había un escenario con diferentes instrumentos encima. Parecía que esta noche habría show en vivo, lo cual también solía ser muy común según le había contado Min Suk.
Se acercaron a la barra con calma, Jimin pudo observarse en una pieza de espejo a un lado de las botellas de las cuales servía el barman, desconociendo su reflejo por unos segundos. El maquillaje que llevaba no era muy cargado pero sí resaltaba las líneas afiladas de sus ojos; sus labios rellenos cubiertos por un poco de brillo labial los hacía ver más grandes y exquisitos, a su parecer un tanto obscenos para su gusto. Con disgusto, apartó la mirada del objeto negándose a mirarse de nuevo.
Min Suk ya tenía su bebida en mano, degustando mientras charlaba con el barman. Poco le importaban las inseguridades de Jimin en ese momento estando tan entretenida coqueteando con el joven barman.
Con decisión se levantó de su asiento para dar una vuelta por el local. Era notable que no era muy grande pero tenía ciertos detalles y curiosidades que llamaban su atención constantemente.
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LEAVE THE DOOR OPEN [VMINKOOK][+18]
Fiksi Penggemar"𝑻𝒉𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒇𝒆𝒆𝒍 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒚 𝑰 𝒇𝒆𝒆𝒍 𝑨𝒏𝒅 𝒚𝒐𝒖 𝒘𝒂𝒏𝒕 𝒎𝒆 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝑰 𝒘𝒂𝒏𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒕𝒐𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕, 𝒃𝒂𝒃𝒚 𝑻𝒆𝒍𝒍 𝒎𝒆 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒉𝒓𝒐𝒖𝒈𝒉" -Contenido adulto -FICCIÓN -VMINKOOK (versátiles) To...