Prólogo

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Desde el inicio de los tiempos, los dioses nos observaban en las alturas de los cielos y controlaban lo que en el mundo pasaba, sin temor al paso del tiempo.

Sin embargo, para poder hacer un mejor juicio sobre la humanidad y todo aquello que habitase en la Tierra, estos descendieron hasta tierra firme, renunciando a su inmortalidad y mezclándose con los humanos.

Ocupando los cuerpos llamados recipientes vivieron durante siglos, velando por la vida y la muerte, la creación y destrucción, la conservación y el desarrollo de todo aquello bajo su poder, junto a un pueblo nómada del que podían extraer nuevos recipientes cuando los anteriores fallecían.

El mundo de secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora