Lucifer no era uno para creer en el destino, ni mucho menos en la fe o su padre. Después de todo, su padre fue quien lo derribó, lo condenó a una eternidad en el Infierno, excluido de la Ciudad de Plata, y siempre tildado como la raíz de todo mal. P...
Lucifer observó cómo Chloe huía de él, pero el dolor físico era casi incapaz de concentrarse en otra cosa, y menos aún en que la que creía que era el amor de su vida huyera despavorida porque no podía soportar su verdadero yo, sus alas estaban acribilladas y el dolor amenazaba con hundirlo por completo, distrayéndolo de cualquier otra cosa, así que con otro movimiento de sus grandes alas blancas, Lucifer desapareció de la escena del crimen.
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Era de noche, Lauren estaba acurrucada con una taza de té en su sofá, su televisión reproducía repeticiones sin sentido, y un libro estaba sentado en su regazo mientras la cena se cocinaba en el horno, cuando un gran choque se escuchó de repente en su patio trasero, sobresaltando a Lauren de su noche pacífica.
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Inmediatamente, Lauren se puso a la defensiva, dejando sus cosas en el suelo y cogiendo su teléfono móvil, con la mano sobre el teclado, preparada para marcar el 911, mientras se asomaba a su puerta corredera de cristal, sin querer cerrarla antes de poder intentar, al menos, determinar qué había provocado todo ese ruido; tal vez fuera sólo un animal, aunque eso era dudoso, al menos con todo ese ruido, sonaba como si alguien se hubiera estrellado contra algo.
Entonces, dio un grito ahogado, desbloqueando frenéticamente su puerta corredera de cristal, y sacando del carril el palo que impedía que se abriera, antes de salir corriendo.
"Hey, hey," Ella corre hacia el hombre, ángel, tendido boca abajo en su ahora bastante destruido patio trasero. "¿Estás bien?" Ella pregunta, colocando suavemente sus dedos contra su cuello para comprobar el pulso, y de acuerdo, ella no era un médico, o ese tipo de médico como en un médico humano, pero, ella era un tipo de uno, además, ella estaba bastante segura de comprobar el pulso era algo que cualquier persona normal podría hacer.
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"Hola", Lucifer levanta la vista, sin reconocer el lugar en el que había aterrizado bruscamente, con una parte de él gritando de dolor, en particular sus alas, y ve a una persona, no, una mujer que camina hacia él con la luz que cae en cascada a su alrededor desde la luz del patio contra el resplandor de la tarde del sol poniente que la hace brillar aún más. "¿Eres un ángel?" Le pregunta, intentando mirar con cierta coquetería, antes de desmayarse de forma bastante espectacular, lo que perdió todo el atractivo que pretendía.
"No, creo que eres tú, amigo". Lauren sonríe con pesar, echando un vistazo a las grandes alas que, aunque acribilladas con agujeros de bala y francamente desordenadas, seguían siendo hermosas más allá de cualquier cosa mortal.
"Bueno... Bueno entonces..." Dice mientras el hombre se desmaya después de decirle sólo unas palabras, posiblemente incluso intentando propasarse con ella.
"Probablemente debería entrar antes de que los vecinos vengan a intentar echar un vistazo". Habla para sí misma. "Vamos, amigo". Vuelve a decir, más para sí misma que para el ángel caído mientras intenta hacer malabares con él sin que se golpee las alas en la puerta de su casa aunque no fue sin varios esfuerzos y muchos malabares.
"Eres mucho más pesado de lo que pareces... Pero, al menos estás dentro..." Le dice mientras finalmente lo deja caer en medio de su sala de estar.
"Ahora, no estoy seguro de querer saber qué pasó. Pero, tenemos que limpiarte". Suspira, sacando su extenso kit de veterinaria y sentándose junto al ala mas cercana; le esperaba una larga noche y, al parecer, una cena fría.
Lauren es interpretada por Nina Dobrev
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