Lucifer no era uno para creer en el destino, ni mucho menos en la fe o su padre. Después de todo, su padre fue quien lo derribó, lo condenó a una eternidad en el Infierno, excluido de la Ciudad de Plata, y siempre tildado como la raíz de todo mal. P...
Lo último que Chloe había esperado al regresar de sus improvisadas vacaciones a Europa era la fría recepción de su compañero; para ser justos, lo había dejado de forma bastante abrupta, pero hasta la revelación bastante sorpresiva de Lucifer, éste había sido prácticamente como un cachorro que la seguía, no había previsto ningún problema para conseguir que su afecto se inclinara hacia ella con el fin de poner en marcha el plan que ella y el padre Kinley habían ideado para enviarlo de vuelta al infierno de forma permanente.
Evidentemente, las cosas no estaban siendo tan fáciles y fluidas como ella esperaba; ya habían pasado tres semanas desde su regreso y no estaba ni cerca de conseguir que se quedara a solas, parecía demasiado ocupado con su nueva aventura, Lauren, lo que francamente a Chloe le parecía fuera de lugar, Lucifer nunca dedicaba tanto tiempo o esfuerzo a nadie, excepto quizás a ella.
"¡Lucifer!" Chloe intenta acceder al ático sólo para encontrar ahora el ascensor cerrado, un teclado de acceso parpadeando desde el exterior, en lugar de permitirle llamar por un intercomunicador; no le había creído cuando le dijo que Lauren lo había movido, era casi tan irracional como cuando se casó con esa chica, Candy.
"¿Sí, detective?" Pregunta la voz de Lucifer, voz que viene a través de la caja del intercomunicador.
"¡Déjame subir!"
"¿Pasa algo?" Pregunta.
"¡Tenemos que hablar!" Exige Chloe.
"Bien", se limita a resoplar Lucifer, las puertas se abren un segundo después para permitir que Chloe suba.
"Lucifer", Chloe sale inmediatamente del ascensor, molesta por haberse retrasado en subir. "¿Qué diablos fue eso? Has cerrado el ascensor..." Exige, y luego se interrumpe al ver a Lauren salir del dormitorio, con un cabestrillo en el hombro, con Lucifer detrás de ella, con la camisa desabrochada casualmente, y sus palabras se quedan cortas.
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"Hola Chloe, me alegro de verte de nuevo". Lauren ofrece agradablemente, Lucifer revoloteando ansiosamente detrás de Lauren como la gallina madre que pretendía no ser.
"Lauren se queda conmigo mientras se cura... Pensé que sería más seguro restringir el acceso". Lucifer explica, observando como Lauren se sienta en su sofá para ver la televisión. "Aunque, esto no debería ser una sorpresa para usted, detective. Se lo dije hace unas semanas..."
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"Oh, ya veo..." Chloe observa a Lauren con una especie de fascinación, como si no supiera cómo clasificarla, antes de que su mirada cambie de nuevo a su compañero.
"Entonces, ¿de qué es lo que necesitabas hablar, detective?" Pregunta Lucifer, acercándose a su barra para coger dos copas; una para él y otra para Lauren, no suponía que Chloe se quedara mucho tiempo ni quisiera una copa, siempre protestaba de todos modos. "¿Tenemos otro caso?"
"¿Qué? Oh, no... Ningún caso". Chloe dice distraídamente. "Es que... has estado fuera, no respondes tanto a las llamadas... No- las cosas son diferentes... Desde que he vuelto... Yo sólo... supongo que estaba comprobando como estabas. Estaba... Preocupada..." Chloe ofrece, tratando de ser sincera.
"Ya veo..." Responde Lucifer, mirando a Cloe como si decidiera primero sus palabras. "Bueno, detective, cómo puede ver, he estado un poco ocupado. Y, estaba tratando de darte algo de espacio". Responde finalmente, acercándose a Lauren para darle un vaso de agua.
"Te dije que estaba bien, Lucifer". Le dice Chloe, como si le hablara un poco a un niño.
"Muy bien entonces", concede Lucifer con un ligero giro de ojos.
"¿Entonces estamos bien?"
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"Vale, vale, bien, bien". Chloe asiente, sonriendo tímidamente y dándose la vuelta para salir; bueno, era un paso hacia la dirección correcta, ahora sólo tenía que encontrar una oportunidad para pasarle el veneno.
"Es tu amiga, Lucifer". Lauren le dice a Lucifer, como si estuviera siendo tonto con todo el asunto, aunque sabía que no era del todo su culpa y entendía sus justificados sentimientos heridos.
Hubo unos cuantos susurros más en voz baja, lo que no hizo más que irritar a Chloe; al fin y al cabo, estaba de pie a pocos metros.
"¿Estás segura, amor?" Preguntó, inclinándose más cerca, con una ceja levantada en señal de escepticismo.
"Seguro. Es tu amiga... Pero sólo si quieres, Lucifer".
"Bueno, supongo que no estaría de más intentar arreglar las cosas con el Detective". Lucifer asiente pensativo; había echado de menos la facilidad con la que trabajaba con la Detective antes de su inoportuna revelación.
"Bien", sonríe Lauren.
"Detective", Lucifer se vuelve hacia Chloe y se levanta del sofá. "¿Qué te parece si te unes a nosotros para cenar esta noche? Yo cocinaré. Tú trae el vino".
