Lucifer no era uno para creer en el destino, ni mucho menos en la fe o su padre. Después de todo, su padre fue quien lo derribó, lo condenó a una eternidad en el Infierno, excluido de la Ciudad de Plata, y siempre tildado como la raíz de todo mal. P...
"¿A dónde vas?" pregunta Lucifer mientras Lauren pasa corriendo, vistiendo un par de vaqueros desteñidos y un polo limpio y crujiente, algo con lo que sin duda no le pillarían ni aunque se acabara el mundo; ya era bastante malo que le hubiera obligado a ponerse un pijama de franela porque su traje estaba todo estropeado, pero le había prometido conseguirle ropa más "adecuada" en otro día.
"Trabajo", responde Lauren como si debiera ser obvio para el ángel caído. "Ya sabes, eso que los simples mortales tienen que hacer todos los días... ¿De lunes a viernes? Pero hoy es viernes... Último día hasta el fin de semana. Volveré a las cinco. A menos que ocurra algo".
"Bueno, ¿qué se supone que debo hacer aquí?" Lucifer parece casi insultado por el hecho de que lo dejen solo para valerse por sí mismo.
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"No sé... No soy tu niñera, Lucifer. Eres un hombre adulto... Ángel... ¿Ver la televisión, leer un libro? ¿Llamar a un amigo?" sugiere Lauren con una mirada de soslayo. "Tengo que ir a trabajar. Si necesitas algo, mándame un mensaje. He dejado mi número en el mostrador. Recogeré algunas cosas más de camino a casa. Tienes que descansar. Sé que eres un inmortal, pero te han disparado... Un montón. Así que no salgas a correr por la calle o algo así. No sé. Lo que sea que tengas dando vueltas en tu mente porque crees que eres invencible... El caso es que descanses".
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"Bien", se limita a resoplar Lucifer, cruzando una pierna sobre la otra.
"Oh, y trata de no destruir nada..." Lauren ofrece con una mirada punzante.
"Me siento ofendido, doctora. Seré la imagen de la moderación y un invitado modelo. Soy un auténtico ángel". Él le sonríe, con los ojos brillantes.
"Claro..." Lauren resopla mientras coge sus llaves y su teléfono antes de salir corriendo de su casa, cerrando rápidamente la puerta detrás de ella para subir a su camioneta y marcharse.
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"Linda", marca el número de su terapeuta y amiga un momento después, agradecido de que su móvil haya quedado relativamente intacto en la lucha contra Caín. "Necesito tu consejo ...."
"Lucifer", exhala Linda aliviada; había estado preocupada después de recibir la llamada de Dan Espinoza, de entre todas las personas, de que Lucifer había estado en un tiroteo con la policía y que Chloe había desaparecido, sabía lo mucho que Chloe significaba para el ángel caído. "¡Hemos estado preocupados por ti! Nos enteramos de lo que pasó... Chloe está..."
"No deseo hablar de la detective". Lucifer corta bruscamente, la aguda decepción y el dolor de la reacción de Chloe hacia él, aunque mezclado con el dolor físico real de sus alas disparadas tantas veces, todavía demasiado crudo para que quiera pensar en ello en este momento... O nunca... Aunque, en algún momento, estaba seguro de qué Linda intentaría hacerle hablar de ello.
"Muy bien, pues... ¿De qué necesitas hablar? ¿Dónde estás? Maze pasó por Lux y no pudo encontrarte y Amenadiel incluso fue a volar por toda la ciudad para buscarte". Linda sigue preocupada, aunque era su terapeuta, las líneas entre amistad y terapeuta hacía tiempo que se habían difuminado.
"Estoy en un lugar seguro. Y, aunque odiaría decir que es un milagro... ...debo admitir que fue una suerte que aterrizara donde estoy. Especialmente en el estado en que me encontraba el último día o dos". Lucifer admite, sus alas todavía se retuercen ligeramente cuando las mueve de una manera particular.
"Luci-"
"De verdad, estoy bien por ahora". Lucifer calma a Linda. "Simplemente estoy... tomándome un tiempo prolongado para pensar. ¿No es eso lo que siempre dices que debo hacer? ¿Pensar antes de actuar?"
"Bueno, sí..." Linda concede. "Pero..."
"Entonces eso es lo que estoy haciendo". Lucifer asiente con decisión. "Estaré mejor y bien de nuevo en unos pocos días mas. Dile a Mazikeen que no se preocupe y a Amenadiel que cancele el grupo de búsqueda... Gracias, Linda. Como siempre, has sido de gran ayuda". le respondió Lucifer alegremente.
"Lucif-" Linda vuelve a protestar, pues apenas ha podido pronunciar unas palabras en la conversación antes de qué Lucifer ya le haya colgado.
"¿Qué ha dicho mi hermano?" pregunta Amenadiel en cuánto Linda colgó el teléfono.
"Que está bien", suspira Linda. "Está en un lugar seguro. Eso es todo lo que me dijo. Y que volverá en unos días. Sólo necesitaba tiempo para pensar".
"Algo pasó". Responde Amenadiel con gravedad. "La detective con la que trabajaba ha desaparecido. No hay rastro de ella ni de su
hija". Frunce el ceño, con cara de preocupación, como si tratara de atar cabos. "Maze encontró la pluma en la escena del crimen. Junto con su cuchillo".
"¿Crees que Lucifer está en problemas?" Linda comienza a preocuparse de nuevo. "¿Qué Chloe lo descubrió?"
"No lo sé". Amenadiel le responde, no quiere especular demasiado sobre los asuntos de su hermano, nunca le había ido bien en el pasado. "Mi hermano no miente. Pero no siempre ofrece toda la verdad".
"Sólo me gustaría que me dijera más para poder ayudarle". Linda suspira.
"Sabremos más cuando vuelva". Amenadiel ofrece una mano en el hombro de Linda. "Podemos ayudarle entonces".
