He looks like better in white

Blinding Lights

*Notas: Antes que nada quiero agradecer a mi Bro  °•Alice•° quien leyó primero esto!!!

Este capitulo tendrá dos perspectivas así que cuando cambie intentare resaltar el momento para que no sea confuso. 

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Kokonoi no sabe en qué momento las cosas simplemente cambiaron tanto, nunca espero ni en sus más locos sueños que las cosas terminarían de esta buena manera, no le veía el lado bueno a todo eso, las posibilidades a futuro, no confiaba en las corazonadas, él solamente confiaba en los números y en los resultados. No confiaba en las personas y tampoco esperaba nada de ellas, no después de Akane, pero aún así confiaba en Inupi, a pesar de que no esté de acuerdo con él, es todo lo que tiene, su familia, así que ese conjunto de cosas hacen imposible que él le diga que no a algo.

Y menos cuando Inupi le pide con esos ojos.

Conocer a Hanagaki Takemichi fue una coincidencia, pero no cree en las coincidencias solo que no tiene una mejor palabra para definir ese encuentro, fue fortuito, en lo personal Kokonoi hubiera dejado las cosas así y hubiera seguido caminando, pero si algo atrae la atención de Inupi son los niños callejeros aunque tal vez los gritos del chico también tuvieron que ver, en definitiva el escenario y la percepción cambiaron cuando estuvieron a solo pasos del chico rubio. Una ira silenciosa estalla en el cuándo ve la desventaja y las condiciones de la pelea, él no se define como una buena persona pero algo dentro de él hace que quiera protegerlo, aún cuando ni siquiera ha cruzado palabras con él.

Kokonoi conoce a Inupi como la palma de su mano, conoce mejor a Inupi más que así mismo, y sabe que cuando la pelea por fin término y las cosas están finalizadas, el ofrecimiento de Inupi de llevar al chico hasta el hospital ya es otra cosa, eso es un poco más allá de la ayuda en general, del ser amable y dejar que él otro sujeto muera a golpes, lo que está pensando la mente del peliblanco no está pasando desapercibido por sus ojos.

Hablar con el chico es fácil, no es que él lo haga, pero cuando Inupi es quien inicia la conversación no tiene de otra que también hablar ya que su amigo en ocasiones suelta las cosas y no continua, Hanagaki Takemichi como descubren después que se llama el héroe, es un libro abierto, habla con libertad, no oculta nada y eso es algo nuevo para él, está acostumbrado a que la gente oculte cosas, tenga dobles intensiones, quizás es algo paranoico pero Kokonoi ha tenido una temporada solitaria desde que Inupi estuvo en la correccional.

Inupi es el más feliz con todo eso, tiene el rostro relajado sin el ceño fruncido que arruina su rostro, lo que quiere decir que se está divirtiendo con el chico, lo cual hace sonar las alarmas en la cabeza de Kokonoi. Al llegar el rubio es rápidamente atendido por el personal y no es para menos, el chico es un desastre en sangre y tierra.

Más tarde cuando el chico ya está sedado por la cantidad de analgésicos, la enfermera muy amablemente les dijo que tardaría un par de horas en despertar, Kokonoi odia los hospitales, los odia con toda su alma, por lo que estar aquí por más de una hora lo pone nervioso.

Es Inupi quien por primera vez rompe el ambiente.

"Quiero que él dirija a los Black Dragons" Kokonoi tiene que parpadear, ríe cuando ha asimilado esa noticia, pero cuando no Inupi no dice algo más, gira a verlo.