1『 Amigos por correspondencia 』

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RESUMEN:

Itachi hizo un amigo por correspondencia durante su estadía en el hospital por su enfermedad. Shisui lleva mucho tiempo sin saber de él, así que decide enviarle una carta.

Autor de la obra original para la portada de este capítulo: @hanabira_1015 vía Twitter.

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Capítulo único: Amigos por correspondencia 

Revisé el correo acumulado de la casa donde vivía con nuestros padres. Habíamos estado en una situación estremecedora últimamente, demasiado fuerte como para darles malas noticias sobre adeudos o spam.

Deudas.

Deudas.

Publicidad.

Suscripción.

Una carta de un tal Shisui.


Tomé esa hoja entre mis manos y leí de nuevo el remitente. Tenía meses que no sabía algo sobre él. Sonreí con amargura.

Aparté aquel papel y lo escondí en mi pantalón. Era una carta que quería que fuera solo mía. Mis padres no necesitaban verla.

Dejé el resto del correo donde estaba. Me puse muy ansioso por subir a mi habitación a encerrarme y leer el contenido de esa carta misteriosa.

Tuve que esperar hasta la noche cuando mis padres se durmieron para no parecer sospechoso, aunque la ansiedad me estaba comiendo desde adentro.

Cuando por fin pude tener un momento a solas y estuve preparado mentalmente para leerla, la abrí.

La carta decía lo siguiente:


"¡Itachi!

¡Hola! Hace mucho que no sé de ti. Me encantaría, querido amigo, decirte lo mucho que te extraño.

Aún recuerdo la primera vez que recibí una carta tuya, hace dos años aproximadamente. Volvía de la escuela con 16 recién cumplidos. Recuerdo que querías hacer tantas cosas, Itachi. Ojalá hayas logrado tus metas así como yo empecé a cumplir las mías. Terminé la preparatoria para abrirme paso en la universidad, finalmente me decidí por la carrera de biología y seguir mi sueño de ser médico para encontrar una cura a tu enfermedad, cómo te lo prometí. A penas he tenido tiempo de nada, por eso aproveché estos minutos libres entre clases para escribirte.

Me mudé de ciudad, por cierto, creo que ahora estoy más cerca de ti, tal vez a unas cuatro horas de distancia. Me encantaría poder conocerte en persona, si tú también quieres, y hacer juntos todas las cosas que alguna vez dijimos. Visitar Disneylandia, Las Vegas, San Francisco, Canadá... Me encantaría alguna vez poder escuchar tu voz.

Creo que hace poco más de un mes me animé por fin a marcar el número del hospital donde estás y preguntar por ti, pero me dijeron que ya no eras un paciente de ellos y que no me podían dar más información al respecto, así que te perdí la pista de nuevo. Fue por eso que decidí enviarte una carta como en los viejos tiempos.

Espero que estés bien. Me dolió mucho no tener noticias de ti todo este tiempo; pero me anima un poco saber que saliste del hospital y que quizás yo solamente fui un amigo con el que querías compartir un poco sobre tu enfermedad, así que entendí que ya no me escribieras...


Perdóname si te incomodo, pero te quiero mucho, Itachi.

Con cariño, Shisui".


Mordí mi labio con fuerza. Esa carta me hizo llorar.

Tomé en un suspiro el valor que necesitaba para escribir:

"¡Shisui, cuánto tiempo! No creas que me he olvidado de ti, nunca lo haría. Pensé en ti todo el tiempo, todo este tiempo, hasta en los momentos más difíciles de mi existencia.

Terminé la preparatoria, incluso antes que mis compañeros de clase, mi cara estuvo en un marco a la vista de todos por mi gran esfuerzo. Dicen los profesores que me esforcé más que nadie, que mi partida de ahí sería inigualable, que todos me extrañarían porque al final hice muchos amigos, más que antes de enfermarme. Todos me miraban con los ojos acuosos casi a punto de llorar, estaban muy orgullosos de mí y lo mucho que luché.

Me encantaría decirte que ingresé a la universidad, pero los planes de Dios son perfectos y eso no pudo pasar; volví a mi lugar de origen por cosas de la vida. Pero está bien, yo estoy bien; durante el tiempo que estuve en el hospital me hice a la idea de que una carrera universitaria no me haría feliz, yo ya era feliz con mi familia y estaba de acuerdo con mi destino, con todo lo que la vida me deparaba a partir de mi salida del hospital.

Tuve muchas dudas y muchos temores durante mi tratamiento, creo que te lo dije y si no lo hice ahora lo externo, pero nunca le mostré a nadie que me sentía mal. Siempre estuve tranquilo, desde el inicio sabía que debía hacer las paces con mi enfermedad y no solo odiarla; las vibras negativas no me dejarían trascender a un mayor estado de consciencia. Ahora estoy mejor.

Sé que el cáncer es una enfermedad difícil, dolorosa, pesada y amarga. Dímelo a mí que lo viví. Pero sé que el dolor fue más fuerte para las personas que me rodean, aunque yo siempre traté de mostrarme en paz conmigo mismo y con mi cáncer pulmonar.

Yo creo que nos será imposible vernos, Shisui, me mudé de California. Donde estoy ahora el aire es más puro, limpio y fresco, ya puedo respirar mejor... ".


Sequé mis lágrimas con la manga de mi camisa, no quería mojar la carta para no tener que escribirla de nuevo.


Era muy difícil tener que compartir algo así.


Pero continué:

"Espero que aunque sea sin mí, tú puedas visitar todos los lugares que dijimos y que me envíes muchas fotos. Uno de los estragos que dejó el cáncer en mi cuerpo es que no puedo marchar por el daño en mis pulmones. El vuelo que hice hacia donde estoy fue uno con un boleto de ida y nada más.

Siento no poder darte mi teléfono, otra cosa que me brindó el cáncer es que me dejó sin voz. Pero mi hermano pequeño siempre me lee tus cartas cuando me visita. Él sabe lo mucho que significó para mí tu amistad durante toda mi batalla.

Cada vez que me envíes una foto, él me la describirá porque tampoco puedo ver; pero aún puedo oír sus palabras hasta el lugar en el que estoy, en especial cuando vienen a dejarme flores: dalias rosas, mis favoritas.

Espero que cumplas lo que me prometiste y algún día encuentres una cura para el cáncer, para que le des la oportunidad a más personas de tener lo que yo no pude lograr.

Creo que voy a despedirme, Shisui. Empecé a llorar de lo emocionado que estoy de que te acuerdes de mí, porque yo nunca te olvidé. Lo último que recuerdo antes de salir del hospital es que me dormí con una foto tuya en las manos, aún la conservo".

Firmé la carta como Itachi y la sellé. La mandaría al despacho de correos al día siguiente.

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Espero, Shisui, que sigas pensando que mi hermano venció el cáncer. 

Historias cortas, lágrimas amargasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora