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Tal como se había dicho Jeon se fue del lugar dejando a Jimin vigilado ya que estando solo podría huir y claro que lo deseaba después de darse cuenta de que aún tenía sentimientos de amor, pero el tenía palabra y también quería vivir tranquilo y lo único que lo impedía era Ravi.

La tarde estaba muy aburrida para el, había ido al gimnasio para entrenar por su cuenta, ya no quería depender más del estúpido de Jungkook quien le había destrozado sin siquiera darse cuenta, golpeaba con fuerza y sin protección.

-Así solo lastimarás tu mano Park- la voz gruesa de aquel pálido chico lo sacó de su mundo.

-¿Que quieres decir?- dijo una vez reconoció a Yoongi.

-Muy fácil- Yoongi se acercó y tomó dos pares de Guantes de boxeo, se colocó un par y le dió los otros al rubio.

Una vez estuvieron listos Yoongi cambió su postura y empezó a golpear aquel saco, Jimin veía atento al movimiento de Yoongi, era más simple que Jungkook y parecía ejercer fuerza sin mucha dificultad.

-A eso me refería pequeño, sería un desperdicio dañar unas manos tan tiernas pero que pueden matar- dijo después de haber estado un largo rato enseñando al rubio técnicas de acuerdo a su físico.

Jimin solo agachó su mirada ya que se había avergonzado, sus manos eran pequeñas comparadas a los de su alrededor, en ese momento se dió cuenta que estaba cambiando, se avergonzaba más y cada vez se ponía tímido, había estado encerrado en aquella mansión sin nada malo que hacer que su verdadera persona salía a flote.

-¿Cuando saldremos a cumplir la misión?- dijo Jimin, realmente necesitaba recordar la miseria de ser un asesino a sangre fría.

-A eso venía, las cosas se complicaron así que debemos actuar mañana, saldremos a las tres de la mañana y espero que estés listo- dijo sentándose en el frío piso para descansar.

-Bien, ¿que tipo de traje tendré que usar?- dijo Jimin pensando en mil formas de matar al sujeto.

-¿Traje?- Yoongi recordó que antes Hoseok dijo que Jimin cambiaba su aspecto para matar cuerpo a cuerpo -no pequeño, esto es algo serio, será una masacre, una emboscada a toda una pandilla, y tú estarás conmigo vestido como debe ser, mientras te reconozcan será mejor para atraer a Ravi, y tú matarás al líder, yo tengo que atrapar vivo al chico Dorado.

Jimin solo asintió, ¿Ravi lo cuidaba acaso?, Su vida como un criminal parecía ser de niño pues recién tomaba en cuenta el trabajo que hacía antes comparado con el de Chanyeol, ¿Acaso si lo amaba?, Ese hombre era raro pero a la vez hacia que se pregunté el porque.

💜💜💜

La madrugada era fría y sus mejillas estaban heladas mientras subía al carro dónde ya lo esperaba Yoongi y los demás.

-Tardas mucho enano, esto no es un juego de niños- dijo el pálido y Jimin solo lo ignoró.

El auto arrancó y solo se detuvo cuando llegaron a un edificio en precarias condiciones, todos salieron con armas en mano, la zona era abandonada por lo que no se reprimieron en crear estruendo, los hombres dentro del edificio inmediatamente empezaron a disparar al verse rodeados, una reñida balacera empezó donde el grupo de Jeon llevaba la ventaja por las armas, Jimin seguía disparando oyendo los gritos desesperados de los enemigos al ser heridos, tal como estaba planeado Yoongi subió con Jimin y tres hombres más a la planta de arriba donde estaban los peces gordos.

No eran una gran organización pero si amenazaban peligro al grupo de Jeon y por eso debían ser eliminados, Yoongi dejó a Jimin para que fuese por el líder mientras el buscaba al chico Dorado, joder que era un lío todo.

Jimin entró de golpe a aquella habitación donde una bala le pegó directo al pecho haciéndolo jadear y caer al piso por el impacto, el chico que acompañaba a Jimin disparó al líder de la otra banda en la pierna y ese cayó de golpe.

-Oye tú ¿Estás bien?- preguntó el chico a lado suyo.

-Si, solo me confíe, terminemos esto pronto- dijo Jimin mientras se levantaba y sacaba aquella daga con la que ese mismo hombre había matado a la hija de un político -Este es un regalo del señor Han, espero que lo disfrutes.

El hombre tembló ante el aura amenazante de aquel rubio, sintió como aquella daga cortaba su cara y el no podía defenderse, el dolor que sentía y la sangre escurriendo por su rostro lo adormecía, Jimin paseo la daga por el rostro del hombre y lentamente bajó hasta su cuello dónde hizo un fuerte corte dejando todo a su paso destrozado y llenando sus manos de sangre.

Jeon había recibido aquella orden de un ministro de gobierno después de que matarán a su hija a apuñaladas y claro aprovechándose de ella, fue como un buen trato, recibía dinero y se deshacía de un peligro hacía su grupo.

Jimin veía todo a cámara lenta, ¿cuánto había pasado desde que mató a alguien?, Poco tiempo pero para el los más tranquilos aunque estuviese día y noche vigilado, pero ahora recordaba lo que era, un vil asesino que no merecía amar o ser feliz.

-Debemos irnos- le habló su acompañante.

-¿Cómo te llamas?- preguntó pues aunque le duela admitir el lo salvó de su error.

-Taemin.

No dijeron más pues Yoongi apareció gritándoles que salgan del lugar pues el imbécil de Han quería jugar dos veces, la policía estaba llegando y agradecían que Jeon lo haya anticipado y por eso hayan ido antes de la hora acordada.

El camino fue corto por la velocidad que fue el automóvil, Jimin no se percató de la presencia de alguien más, obviamente dormido o sedado.

La policía llegó al lugar y lo único que encontraron fueron cuerpos muertos llenos de balas de armas que solo el ejército podía tener.

OBJETIVO [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora