07 ℌ𝔦́𝔟𝔯𝔦𝔡𝔞

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↶♡Deborah ♡↷

Ya ha pasado casi dos semanas desde que Sedna está con nosotros, el señor O'Conner, Dylan y yo nos turnamos para cuidarla, puedo decir y sentirme orgullosa de mi misma, ya que aprendí lo suficiente sobre el idioma de ella.

Según el padre de mi mejor amigo, es debido a qie aprendo aprendo rápido, está demás decir que para todos fue una absoluta sorpresa que yo en menos de una semana hablara fluida mente ese tan peculiar lenguaje cuando el padre de Dylan tardó casi un año.

Sedna es otra que  también aprende rápido, entiende casi a la perfección ya nuestro idioma, solo le cuesta mucho pronunciarlo, ya que sus cuerdas vocales no están preparadas. Aunque, el detalle de que entiende casa palabras en nuestro idioma es  un secreto entre ella y yo. Es una chica muy inteligente y quiere sorprender a todos cuando hable fluida mente, además de que le gusta escuchar lo que dicen, pues como todos piensan que no entiende hablan cualquier cosa y ella se puede enterar de todos los chismes.

Está demás decir que esa fabulosa idea se la di yo.

Soy una mente maestra.

Luego de saludar al señor O'Conner corro hasta la habitación de Dylan, se que estará vacía por el tiene una cita con Miss Plastic así que sé que tardará en volver. Esa chupadora de almas últimamente no lo deja respirar, cualquiera creería que es la novia más enamorada del mundo.

Antes de abrir la puerta la escucho tararear una canción, nunca me cansaré de escucharla, su voz me trasmite una paz que soy incapaz de describir, simplemente supera las expectativas que describen en los libros de fantasía con la expepción de que tan armónica voz no es letal.

Abro con cuidado la puerta y la veo jugar con Archie, luego de que decidiera no comérselo (me contó la historia, no he matado a Dylan, pero planeo mi venganza) lo tomó como mascota. Supongo que toda sirena necesita a su pez compañero para estar completa.

—Hola aprendiz —Saludo dejando los libros sobre la cama absolutamente desordenada de Dylan, el muy tarado dejó todos sus utensilios de pintura sobre la cama.

—Hola Deb... Deb—Parece frustrada por no poder pronunciar todo mi nombre, pero aún así no la interrumpo, sé que ella puede. —Deborah.

Sonrío, jamás pensé que ser profesora se me diese tan bien, debería anotar la posibilidad para serlo en un futuro. Profesora de idioma claramente porque si en mi cabeza no entran las matemáticas dudo que yo haga que entren en la de unos pobres niños.

—¿Has repasado lo que te pedí?

Ella me regala una sonrisa culpable.

Por lo que veo mi primer alumna no hizo la tarea.

—Dylan —Casi me siento ofendida porque su nombre fue el primero que aprendió a pronunciar. —No... Secreto.

No puede repasar con el cerca para que no descubra su secreto. Es lo que quizo decir

Bueno no la culpo, la de la idea fui yo y tengo que asumirlo con buen carácter

—¿Algún chismes nuevo?

Ella asiente y comienza a hablar muy velozmente en su idioma, casi quiero reír por como se emociona contándome cualquier cosa menos un chisme. Me cuenta que el señor O'Conner le robó la pizza a Dylan, que Dylan no hizo la tarea, porque se la pasó pintandola pero por la mirada que da parece estar contando el secreto más jugoso del mundo.

—Bueno eso son muchos chismes sin duda —Sueltó entregándole un hamburguesa que había comprado para ella.

Sus ojos miraron directamente hacia la grasienta hamburguesa, sin duda a la sirenita le gustaba la comida chatarra. A veces se comporta como una niña pequeña.

Canción de Mar ©✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora