Cap 03

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. AMOR: consecuencia de una decisión ajena .

De: Priss

Capítulo III: Deseo... la primera consecuencia.

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Los jóvenes aun se encontraban cenando.

Hacía unos momentos que los abuelos se habían retirado a dormir, dejando en total silencio a los shamanes.

~ A-aquí tiene, joven Hao.

Tamao ofrecía su tercer tazón de ramen al muchacho, quien lo recibió no sin antes guiñarle un ojo a la chiquilla.

El rojo en el rostro de la pelirrosa era demasiado evidente, en especial para Anna. Y es que, de alguna forma, la expresión soñadora de su amiga le molestó.

~ ¿Me disculpan?... no tengo apetito.

La itako se retiró sin siquiera tocar su cena.

Tras ella, Yoh Asakura ni se preocupó por justificar su retirada. Simplemente siguió a la que alguna vez fue su prometida.

Poco antes de que la rubia entrara a su habitación, él la detuvo.

~ Espera, Anna.

La chica lo miró fría y distante; lo que menos quería era enfrentar a Yoh.

~ ¿Qué quieres?.

~ Po-podríamos hablar?.

Que ella arqueara una ceja lo intimidó un poco. Ya no era su prometida; no estaba obligada a aceptar por simple compromiso.

~ Se breve.

~ Aquí no... caminemos un rato.

Anna deslizó la puerta de su recamara y caminó hasta las escaleras, bajando lentamente por estas... Más se detuvo por un momento para mirar al desconcertado shaman.

~ ¿Qué haces ahí parado?; ¿no dijiste que querías hablar?.

Una sonrisa apareció en el rostro del muchacho, y de inmediato dio alcance a la sacerdotisa. La simple posibilidad de entablar un conversación, por pequeña e insignificante que fuera, le hacia feliz; y más si dicha conversación podía darse a solas.

Salieron de la pensión sin mencionárselo a nadie. Caminaron durante un rato bajo el manto nocturno; siendo alumbrados, más que por las estrellas, por la luz artificial que adornaba las calles.

Hasta que llegaron donde Yoh pretendía cruzar algunas palabras con ella...

~ ¿Lo recuerdas?.

La itako lo miró... claro que lo recordaba.

La había sacado en una fría noche a "conversar" en aquel parque. Pero si su platica actual iba a ser como aquella, quizá hubiese sido mejor permanecer en casa.

Anna solo movió la cabeza afirmativamente poco antes de sentarse en una de las pocas bancas que había en el lugar.

Por su parte, Yoh tardó en sentarse a su lado; con las manos sobre las piernas y la mirada hasta el suelo, le dijo que las cosas habían cambiado mucho en los últimos días. Ella había sido su prometida durante muchos años, pero de la noche a la mañana su compromiso fue anulado.

~ Es difícil acostumbrarse a ello, ¿no crees?, jajaja.

~ Fue lo mejor !.

La típica sonrisa del shaman se apagó instantáneamente al escuchar las extrañas palabras de la itako. Yoh la miraba incrédulo, no podía ser la Anna que conocía quien dijera esas palabras. Y sin embargo ahí estaba ella, con su fría mirada hacia la nada.

AMOR: consecuencia de una decisión ajenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora