Estαs hıstorıαs tıenen de protαgonıstαs α los chıcos de bαngtαn es solo por dıversıon ч pαrα entretener.
● 𝐑𝐞𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐦𝐚𝐲𝐨𝐫𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐬𝐚𝐜𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐓𝐮𝐦𝐛𝐥𝐫, 𝐜𝐫𝐞́𝐝𝐢𝐭𝐨𝐬 𝐚 𝐬𝐮𝐬 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐫𝐞𝐬...
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Jin te vio dormir en el borde de su cama, pero te negaste a acercarte después de lo que sucedió hace un par de días. Los moretones y las correas que te dejó con su cinturón estaban más brillantes que nunca. Podía verlos asomándose por debajo de tus pantalones cortos y si eso no fue suficiente para que se diera cuenta de que lo llevó demasiado lejos, tu comportamiento seguramente lo fue.
Siempre que te encontrabas con él en el pasillo en el camino desde el baño, te detenías en seco y casi te convertías en uno con la pared hasta que él te pasaba. No podías sentarte en tu trasero porque te dolía demasiado, incluso te costaba caminar y cojeaba de vez en cuando, así que pasaste los últimos días acostada en la cama. Si Jin intentaba hablar contigo, ni siquiera podías dejar de llorar y una vez que se dio cuenta de que tenía tanto efecto en ti, trató de darte un poco de espacio. Sin embargo, eso no impidió que él te vigilara.
Tampoco comerías y Jin se preocupó cada vez más de que te enfermaras.
Trató de tentarte por última vez mientras traía una deliciosa bandeja de desayuno a tu mesita de noche. Estabas casi dormida, ni del todo consciente ni del todo despierta. El sonido de la bandeja colocada contra la mesita de noche te despertó. Jadeaste en voz alta al ver a Jin y retrocediste hacia la cabecera. Jin se dio cuenta de que empeoró la situación aún más de lo que era al principio cuando empezaste a vivir con él. Incluso estabas lo suficientemente cómoda como para abrazarlo y ahora lo arruinó todo.
"Princesa, tienes que comer algo ..." suspiró desesperado. "Si no comes por tu cuenta, tendré que ayudarte", explicó Jin y abriste los ojos como platos. Como si accionara un interruptor, comenzaste a respirar con dificultad y a llorar, el único pensamiento de tener comida forzada por la garganta ocupaba su mente, aunque eso no era exactamente lo que Jin tenía en mente.
Al ver tu reacción a sus palabras, frunció el ceño de inmediato. Trató de acercarse a ti y te tomó en sus brazos, pero solo lo empeoró. Gimoteaste mientras te acurrucabas en una bola, temblando incontrolablemente a la espera del toque de Jin.
