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A las pocas semanas de conocerse Tsukishima invitó a Yamaguchi a pasar la tarde en su casa, quizá podría aprovechar a enseñarle su tan preciada bitácora o presentar a señor rex, claro, le costó mucho convencer a su madre de invitar a su alma gemel...

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A las pocas semanas de conocerse Tsukishima invitó a Yamaguchi a pasar la tarde en su casa, quizá podría aprovechar a enseñarle su tan preciada bitácora o presentar a señor rex, claro, le costó mucho convencer a su madre de invitar a su alma gemela a casa y que ella no hiciera un escándalo por eso, no sabe cómo logró convencerla, había tenido ayuda de su hermano mayor y se lo agradece, aunque luego de descubrir su mentira estuvo seguro de que eran puntos extra para conseguir su perdón.

Sus padres se habían conocido en la primera reunión y siempre que podían compartían ratos juntos, Kei descubrió que los hermanos de Tadashi eran nada parecidos a él, es decir, de dónde sacaban tanta energía los gemelos Yamaguchi.

– Tsuki – oyó a lo lejos la voz de su amigo, porque sí, sabía desde el momento que lo conoció que era su más grande amor, pero jamás había tenido valor para pedirle formalizar su relación, podían pasar ratos tomados de la mano o besándose en las horas de descanso, pero...

– Cállate Yamaguchi - Y Tadashi sabía que Kei lo amaba, nunca lo forzó a demostrarle sus sentimientos frente a los demás porque sabía cómo era él, siempre tan serio e impasible.

–Gomen Tsuki, Hitoka-kun nos ha invitado a una fiesta en su casa, parece que se propuso demostrarle a Tanaka y Nishinoya senpai que es merecedora del amor de Shimizu senpai - sonrió y aunque esto para Kei era tan hermoso no se lo diría delante de tanta gente.

– Sólo vámonos Yamaguchi, se hará tarde para el entrenamiento.

– Claro Tsuki – le siguió el pecoso, mientras acomodaba unos libros en su bolso.

Cuando Kei notó que no había nadie a su alrededor que les prestara la suficiente atención tomó la mano del menor y siguió caminando. – ¿Yachi aún insiste en ganarles a Tanaka y Nishinoya? - dijo con esas sonrisas superiores. – ¿Quieres ir? no me sentiría cómodo entre tanta gente...

– Lo sé Tsuki, Hitoka me mencionó que solo será el equipo, vamos, será divertido...

– De acuerdo.

El entrenamiento fue todo normal, el dúo raro escandaloso como siempre, y el líder de grupo queriendo calmarlos nunca faltaba, Kei aún se cuestionaba lo ridículo e irónico que podía ser la vida, tantas formas de encontrar a tu pareja, y todos la habían encontrado en el equipo, bueno, a excepción de Narita y Kinoshita, que terminaron siendo los únicos heteros del grupo, una lástima que aún no encontraran a sus parejas.

Al finalizar decidieron ir por chucherías a la tienda de la familia del entrenador Ukai, y bebidas para la fiesta, bueno, sólo porque Tadashi insistió en que sería descortés presentarse con las manos vacías.

– ¿Crees que a los chicos les gustan las papas picantes o sin picar?

– Podemos llevar ambas, Tadashi – dijo simple y se acercó al área donde se exponían los chocolates para tomar uno con empaque de dinosaurio que le había llamado la atención.

Pecas - TsukiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora