Pecas - Tsukiyama

7

Los días siguientes Yamaguchi evitó a Tsukishima, claro que no era lo que él quería, pero después de analizarlo a fondo, incluso le pidieron ayuda a Kageyama, decidieron que debían darle una lección al rubio. 

– ¿Qué es lo que haces Tsukishima? – susurró Tanaka al lado del rubio, siendo jalado por este obligándolo a ocultarse. 

Tsukishima sólo pudo mirarlo mal y hacerle señas para guarde silencio. 

– ¿A quién espías? – susurró el mayor. 

– No espio a nadie – contradijo el rubio. 

Ryu no era el tipo más listo de su generación, ni siquiera era el tipo más listo de su aula, pero era claro que sabía distinguir una mentira, incluso él era muy bueno en eso. 

– Entonces… Si no espías a nadie ¿qué haces oculto en los arbustos? 

– Es un buen día para apreciar los arbustos, la mañana es hermosa. 

– Tienes unos pasatiempos muy raros Tsukishima, en fin, Daichi está llamándonos. 

Tsukishima veía a lo lejos a Yamaguchi que hablaba junto a Nishinoya y Hinata, que ideas raras estarían metiéndole a su pobre Tadashi. 

La razón por la que estaba oculto a metros del pecoso era porque por algún motivo no encontraba al pecoso sólo, no, ni siquiera en los recesos podía acercarse porque pareciera que todo el mundo se había puesto de acuerdo para acaparar la atención del menor. 

Lo entendía, sabía que Yamaguchi era un ser de luz, y sí podía compartirlo o al menos intentarlo, pero en cuatro días no había podido hablar con él, no en persona, ni siquiera le había acompañado a casa, porque tal parece que los tontos de Hinata y Yachi se habían encargado de ocupar las tardes del peliverde con salidas, incluso los hermanos Yamaguchi se habían negado a ayudarle, ni siquiera puedo sobornarlos, patético. 

"En situaciones desesperadas, medidas desesperadas" se dijo a sí mismo. 

– Tanaka senpai, necesito un favor – volteo a verlo preparado para tener que rogarle a su superior por ayuda. 

– ¿Pará qué soy bueno? – Kei se veía tentado a responder que para nada. Pero, podría ser contraproducente en su situación, ya tendría tiempo de burlarse luego. 

– Necesito que alejes a todos los demás de Yamaguchi. 

Tanaka creía en las segundas oportunidades y por eso estaba dispuesto a ayudar a su kohai, pero alejar a Yamaguchi de todos no era ¿un poquito extremo? El muchacho era un pan de Dios, ¿Tsukishima era tan egoísta cómo para querer monopolizar a Tadashi? Y aún más importante ¿EN SERIO CREÍA QUE ÉL LE IBA AYUDAR EN TAN MALVADO PROPÓSITO? 

– No, me niego, deja de ser egoísta con el chico ¿Enserio quieres alejar a todos de él? 

– Por favor Tanaka senpai, sólo necesito hablar con él a solas un momento, 10 minutos, por favor. 

– ¿Está no es otra clase de jugarreta para amargar a alguien? – se aseguró Ryu, siendo desconfiado, su vida peligra a sí Suga y Daichi se enteraban que ayudaría al rubio a molestar al pecoso, no habría dios que pueda salvarlo de la furia de sus mayores. 

– Nunca dañaría a Tadashi, puedo jurarlo si te hace sentir más tranquilo. – insistió. 

– Bien bien, más vale que no sea una broma pesada y digas la verdad, Nishinoya conoce muchas maneras de desaparecer a alguien, no bromeo.– amenazó – Ahora por favor vámonos, me duelen las piernas por estar ocultándonos, mañana llega antes a clase, le diré a Yamaguchi que hay una reunión de emergencia, más te vale estar allí. 

– Sí. 

Allí estaba el Tsukishima que conocía Ryu… 

– Bueno, no quiero ser un aguafiestas, pero si no nos apresuramos Daichi se molestará y no creo que quieras correr tres vueltas al gimnasio y luego encargarte de la limpieza así que… 

– Entendí, apresurate

Quizá debí poner que las actualizaciones serían lentas, mi error, una disculpa, pero hola de nuevo.

Por cierto, Pecas - Tsukiyama está en capitulo finales, probablemente 2 o 3, muchas gracias por los comentarios, votos y las 1.1K de lecturas, no creí llegar a tanto 💖