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Tardaste tres años, pero por fin, este curso, lograste sentarte al lado del chico que te gusta.
Un día, se te queda el estuche con lápices y gomas en casa, y le pides uno prestado.
Él saca un portamina de su estuche y te lo da como regalo.
Está nuevo, incluso la gomita de atrás. Te sientes como si te acabara de pedir matrimonio y lo aceptas como una prueba de amor eterno.
Lo colocas encima de la mesa mientras buscas en tu mochila los libros para la primera clase. Sin querer, al colocar estos en la mesa, el portamina resbala de la mesa y cae al suelo, justo cuando viene alguien pasando y no lo ve caer.
Príquiti...
Lo desguazó, se hizo pedazos.

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Plis, voten y comenten para saber si el libro les gusta. 😥
La suerte es que a mí no se me cayó. De pasarme eso, me hubiera dado un infarto del miocardio.

¡QUE ESTO NO ME OCURRA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora