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En los tiempos de antaño, tiempos tan antiguos al igual que inmemorables, tiempos no revelados a nuestra actual época, solo existía la oscuridad.
Hablo de tiempos desconocidos, ya que el conocimiento quecontenían los libros fue quemado y perdido hasta el fin de lostiempos. De tal modo que ya no nos queda nada de esos años,a excepción de los vagos recuerdos de aquellos que aún no noshemos olvidado de todos los sucesos acontecidos durante aquellacondenada y, al mismo tiempo, rica época.
Hubo una era en la cual solo existía la oscuridad y todo lo queesta significa. En aquellos años Côbvier estaba dividido, muchosse preguntaron cómo aquello era posible, incluso yo lo hacía apesar de no haber conocido otra cosa. Pero en los libros, en lostextos del comienzo, lo describían de manera completamente distinta. En el pasado no había fronteras que separaran los diferentesreinos, no había guerras, no había muerte y mucho menos sufrimiento. Supongo que lo perfecto no debía durar mucho tiempo.A veces me pregunto cómo habrían sido las cosas de habernos rebelado mucho antes, cuando tan solo había rumores y el enemigoúnicamente estaba pensando. Era lo que debíamos haber hecho. 8Habernos movido, en vez de haber hecho oídos sordos, puespronto las tropas de Helya, diosa de la muerte, del infierno, reinadel más allá, madre de la oscuridad y, así mismo, madre de todaslas criaturas oscuras que caminaban por estos lares, se habíanalzado. Ella estaba demasiado enfadada, y seguramente tuvierasus razones. Nadie es malo, los sucesos cambian a la gente y hacenque saquen lo más horrible o lo más bello que haya en su interior.Helya cambió para mal. Y el lado malo de Helya era la propiaoscuridad.
Nadie se resistió, nadie luchó, nadie combatió, actuaron comoestatuas quedándose parados mientras veían cómo cada reinocaía ante los gritos de dolor y los aullidos victoriosos de aquellosque se habían unido al bando vencedor.
Recuerdo que en aquella época no se le daba mucha importancia a Keîter, para muchos era simplemente un gran trozo deterreno lleno de hadas, espíritus y árboles. Y quizá tan solo era esoy, por eso mismo, Helya nunca llegó a pensar en él como un lugardigno de su poder. Keîter era tan solo un trozo de terreno, tanantiguo y poderoso que años después sería el refugio de muchos.
Siendo honesto, nunca escuché nada sobre aquel lugar. Sabíaque había algo más allá si bajabas por la costa del norte. Algoantes de adentrarte en el océano y sumergirte en las aguas parallegar a las islas de los Dragones, pero nunca me imaginé algo así,y mucho menos me imaginé que aquel sería mi nuevo hogar.Todos pertenecemos a un sitio, tenía consciencia de ello, yo pertenecía allí, lo supe desde el primer momento en el que lo vi.
Con el tiempo Helya y sus tropas llegaron a mi reino. Nosotros vivíamos de la forma en la que podíamos. Se oían rumoresde que había una hueste arrasando con cada palmo de terrenoque encontraba, mas nosotros nunca nos lo creímos. Vivíamosjuntos, no era el mejor lugar del mundo, empero los demás reinosestaban bastante peor. En aquel entonces, vivía a base de leyendas 9las noches de luna llena, ¿y las demás? Tan solo me ceñía a hacerlo que un lobo como yo hacía: correr por el bosque, aullar bajolas estrellas y luchar con mi hermano. Él y yo nunca nos llevamosdel todo bien. Había algo en el otro que nos advertía, nos poníamos en tensión cada vez que nuestras miradas se cruzaban. Élera diferente a mí. Éramos distintos, mas ambos llegaríamos a serrecordados.
Vi la gran sombra negra avanzar desde mi colina favorita. Sedirigía al bosque. Allí estaban todos los demás, no quería saberlo que aquello significaba, mas en el fondo lo sabía. No podíanegarme a saberlo. Mi instinto me pedía que me fuera de allí, ymi corazón me decía que debía aproximarme. Si ellos estaban enpeligro, mi labor era ayudarlos.
Lo que mis ojos vieron aquella noche nunca se me olvidará.Nunca pasaré desapercibido ante los recuerdos de la noche en laque todo se hundió, en la que mi vida dio un vuelco, y me vi obligado a abandonar.
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Rhindanos: "El Retorno de la Oscuridad"
FantasyPara el escritor, «lo más bello de escribir es crear un lugar con el que la gente sueñe, en el que las personas deseen abrir los ojos y despertar», y este texto lo consigue. Las páginas de Rhindanos poseen todo aquello que nace de una literatura ent...