5. Prefectos.

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(VIOLET)

-¡Lo sabía!- gritó Ron lanzando puñetazos  al  aire -¡Siempre  te  libras  de  todo!

-Estaba  clarísimo  que  tendrían  que  absolverte- dijo  Hermione,  que  cuando  Harry  entró  en  la  cocina parecía  a  punto  de  desmayarse  de  la  ansiedad,  y  que  en  ese  instante  se  tapaba  los  ojos  con  una  mano temblorosa -No podían acusarte  de  nada.

-Pues  están todos  muy  aliviados  teniendo  en cuenta  que  creían que  me  absolverían- comentó  Harry, sonriente.

La  señora  Weasley  se  secaba  las  lágrimas  con  el  delantal, Fred,  George  y  Ginny  se  habían  puesto  a bailar  una  especie  de  danza  guerrera  al  son de  una  canción. Calem y Cora estaban en un rincón, Cora parecía muy tensa y miraba el suelo y Calem acariciaba su espalda.

-Oye,  Sirius,  hemos  visto  a Lucius  Malfoy  en el  Ministerio…

-¿Qué?- saltó  Sirius.

-Sí.  Lo  hemos  visto  hablando  con  Fudge  en  la  novena  planta;  luego  han subido  juntos  al  despacho de  Fudge. Dumbledore  debería  saberlo.

-Desde  luego- coincidió  Sirius -Se  lo diremos, no te  preocupes.

-Bueno,  tengo  que  irme,  hay  un  inodoro  que  vomita  esperándome  en  Bethnal  Green.  Molly,  llegaré tarde,  debo cubrir a  Tonks, pero quizá  Kingsley  venga  a  cenar…

La señora Weasley llamo a Harry en cuanto salió su marido -Harry,  querido, ven  y siéntate, come  algo,  que  apenas  has  desayunado.

Ron, Hermione y yo nos sentamos enfrente  de  Harry. Por un momento su mirada se había dirigido a Cora y pareció tentado a hablarle pero Cora quito la mano de su hermano, se estremeció como si hubiese sentido algo desagradable y salió de la habitación.

-Claro,  cuando  Dumbledore  se  puso  de  tu  lado,  no  había  forma  de  que  te  condenaran- observó  Ron alegremente  mientras  servía  enormes  cucharadas  de  puré  de  patatas  en los  platos.

-Sí,  Dumbledore  me  echó  una  mano- afirmó  Harry. 

Retorci mi ropa bajo la mesa, cada que lo mencionaban no podía evitar enojarme pero la voz de Hermione interrumpió mis pensamientos.

-¿Qué  ocurre?- le preguntó a Harry, alarmada.

-La cicatriz- murmuró Harry -Pero no es  nada…  Ahora  me  pasa  con  mucha  frecuencia.

Los  demás  no  se  habían  dado  cuenta,  pues  todos  se  servían  comida  mientras  seguían  saboreando  la absolución  de  Harry. 

Fred,  George  y  Ginny  seguían  cantando  y  Hermione  estaba  muy  nerviosa,  pero antes  de  que  pudiera  decir algo, Ron se  le  adelantó -Seguro que  Dumbledore  vendrá  esta  noche  para  celebrarlo  con nosotros.

-No creo  que  pueda  venir,  Ron- intervino  la  señora  Weasley  al  mismo  tiempo  que  ponía  un  inmenso plato  de  pollo  asado delante  de  Harry -Ahora  está  muy  ocupado.

En  los  días  que  siguieron, fue notorio que a Sirius no le agradaba mucho que Harry volviera a Hogwarts. Al  enterarse  de  la noticia,  Sirius  interpretó  bien  su  papel  expresando  su  satisfacción,  estrujándole  la  mano de Harry  y  sonriendo encantado  como  todos  los  demás.  Sin  embargo,  poco  después  se  mostró  más  malhumorado  y  hosco  que antes;  cada  vez  hablaba  menos,  incluso  con  Harry,  y  pasaba  mucho  tiempo  encerrado  en  la  habitación de  su madre  con Buckbeak.

¿Violet? y la orden del Fénix. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora