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Lisa miró de reojo al chico que se le acercaba con un toque de timidez, no sabía qué rayos le sucedía y porque la había estado mirando desde hace rato, claramente, él estaba en otra mesa y ella en una alejada, pero se había dado cuenta

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Lisa miró de reojo al chico que se le acercaba con un toque de timidez, no sabía qué rayos le sucedía y porque la había estado mirando desde hace rato, claramente, él estaba en otra mesa y ella en una alejada, pero se había dado cuenta.

—D-Disculpa... — Lisa soltó un suspiro y lo miró.

—¿Te puedo ayudar en algo? — sonrió quedito, siendo una sonrisa falsa.

—Oh, c-claro...me preguntaba sí tú...¿Podrías darme tu número de teléfono? — Lisa lo miró sorprendida.

—Lo siento, no suelo dar mi teléfono a personas desconocidas — le sonrió ligeramente, el chico asintió, aplanando sus labios.

—Oh, está bien. Hasta luego — se despidió con un movimiento de mano, a lo que Lisa sólo pudo sonreír quedito.

Era realmente extraño que alguien le hubiera pedido su número de teléfono, y más, cuando ella era lo suficientemente invisible como para que alguien lo hiciera. Volvió a dirigir su mirada a la salida, por dónde el chico se había ido, frunció su entrecejo al verlo del otro lado de la calle, hablando con un sujeto.

Dejó su libro de matemáticas avanzadas y se levantó, con pasos delicados y siendo precavida, se acercó lentamente a la puerta de la cafetería donde se encontraba. Al estar casi cerca, se sorprendió demasiado al ver cómo aquel sujeto, la miraba y sonreía de lado. A Lisa se le cortó la respiración, no dudo en girarse sobre sus talones y correr hacia la mesa, tomando sus pertenencias y guardandolas de golpe en su mochila, para después, correr hacia la parte de la cocina, dónde no podía entrar, pero lo había hecho.

—¡Oye! ¿Quién eres y que haces aquí? — preguntó un trabajador de aquella cafetería, mientras sostenía del brazo de Lisa, quien miraba aterrada al sujeto que estaba por cruzar la calle.

—P-Por favor, a-ayúdame — pidió, tomando con fuerza del brazo a aquel sujeto.

—¿Qué sucede? — Lisa trago saliva y miró al sujeto que ya estaba cruzando la jodida calle.

—¿Hay alguna salida de emergencia? Alguien está acosandome y siguiéndome, realmente es un sujeto aterrado, por favor, ayúdame a salir por otro lado — el chico asintió, jaló del brazo a Lisa y caminaron rápidamente hasta la parte de atrás, dónde abrió una puerta que decía “Salida de emergencia”.

—Ve con cuidado, no te vayas por calles desoladas. Cuídate — Lisa asintió, agradeciendo repetidas veces, para después, echarse a correr por la calle.

Su respiración estaba sumamente agitada, pero eso, no impidió que mirara hacia atrás y su respiración se volvió más dificultosa al ver que a lo lejos, alguien venía siguiéndola. Él, para ser exactos.

Jadeo de desesperación. Empezó a correr con más fuerza, sin tener en mente a dónde o a quien recurrir o ir, en estos momentos. Se sintió verdaderamente muerta, sintió como su risa empezaba a atacar oído, tratando de que dejara de correr y asumiera las consecuencias. Pero no, ella no iba a rendirse sólo porque su mente ya lo estaba haciendo.

Y entonces, su mente se iluminó. Sonrió y limpio sus lágrimas al recordar que en una de estas calles, se encontraba la tienda de videojuegos a la cual asistía para los torneos. Sin detenerse, giró en la esquina de la calle y empezó a correr más rápido, sin percatarse de que, él, había tomado un atajo.

Sus piernas estaban por rendirse y hacerla caer al duro pavimento, pero no lo hizo. Continúo corriendo y cuando visualizo la tienda de juegos y que para su suerte, estaba abierta, sonrió hasta más no poder, sus pasos ya no eran veloces, había bajado la velocidad, pero, seguía con la guardia arriba.

Llegó a la ventana de aquel lugar y se maldijo al ver a Jungkook, HoSeok y sus demás amigos ahí. Mordió su labio inferior, y sin más, empezó a caminar tímidamente hacia la entrada, pero, justo cuando estaba por poner un pie adentro, su cabello fue tomado en un puño y jalado, haciendo que soltará un grito. Llamando la atención de los que estaban dentro de la tienda.

—Maldita sorda, ¿Sabes lo que me costó encontrarte y seguirte? — Lisa trataba de enterrar sus uñas en la mano que apresaba su cabello, haciéndolo doler.

—¡D-Donghyuk! ¡Suéltame, suéltame! — grito.

Jungkook y HoSeok, al escuchar esa voz y los gritos que pegaba aquella chica, no dudaron en salir, siendo seguidos por sus amigos.

Jungkook al ver tal escena que se desarrollaba frente a sus narices, se sorprendió y molesto muchísimo.

—¡Suéltala imbécil! — Donghyuk miró al chico que estaba acercándose, hizo que Lisa quedará frente a él, mientras posaba un brazo en su cuello, haciendo presión e interrumpiendo el paso del aire. La estaba ahorcando.

—No te metas en dónde no te llaman, mocoso — lo señalo. HoSeok, que estaba mirando la escena junto con los demás, se dió cuenta de quién era aquel sujeto.

—¡Maldición, no puede respirar, suéltala ya! — Jackson, Jungkook, NamJoon, Jaebum y HoSeok, rápidamente se acercaron al hombre, importandoles poco que pudieran pegarles.

Cuándo Lisa fue liberada de aquel horrible agarre, empezó a tocar, siendo sostenida por Jaebum, que miraba al hombre como si fuera la peor escoria.

—No te libraras de mi tan fácil, Manoban. Hoy tuviste suerte, para la próxima, no lo creo — la señaló, Jungkook no soporto el hecho de que la estuviera amenazando y señalando de esa manera, así que, sin pensar en las consecuencias, acortó la distancia y le soltó un fuerte golpe en su mejilla, tirandolo al suelo.

—¡Lárgate ya! ¡Antes de que saque el bate y te rompa las putas piernas! — Donghyuk le dió una última mirada a Lisa, para después, levantarse e irse rápidamente.

Una vez que el hombre desaparecido de su vista, Lisa se soltó a llorar.

—Lisa, ¿Estás bien? — ella ni siquiera lo miró, HoSeok se acercó a ella.

—Lisa — pero la chica seguía sin verlos, estaba mas concentrada llorando. Ni siquiera les dió una mirada de reojo, para saber que les estaba prestando atención.

HoSeok agachó su cabeza, soltando un suspiro, pero, algo le llamo la atención. Algo que estaba tirado en el suelo, hecho pedazos. Se agachó y tomo dos pequeños audiculares, ambos se encontraban rotos. Con sus ojos sorprendidos miró a Lisa.

—Tranquila, ya pasó. ¿Te lastimo en otro lugar? ¿Dónde te duele? — HoSeok negó lentamente con su cabeza.

—Jackson, ella...no te escucha — dijo. Todos lo miraron confundidos, más Jungkook.

—¿Qué quieres decir?

HoSeok, levantó su mano y en su palma, estaba los audífonos de Lisa. Todos se sorprendieron, pero más, Jungkook.

—Lisa es sorda.

—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

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—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

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