Game Play.

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—¡Princesa Tai, no dejes que me maten, es la primera vez que juego! — Lisa sonríe, sintiendo ternura por aquella pobre chica que apenas entraba al mundo de los videojuegos

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—¡Princesa Tai, no dejes que me maten, es la primera vez que juego! — Lisa sonríe, sintiendo ternura por aquella pobre chica que apenas entraba al mundo de los videojuegos.

—Tranquila, voy a dejar que dures hasta el nivel dieciocho, de ahí en fuera, es tu problema mantenerte viva, ¿Bien?

—¡Me parece perfecto!

Lisa mueve la pequeña palanca que tiene el control del juego, aprieta algunos botones y elimina a un invasor que quería matar a la chica que le pidió ayuda, gira sobre su eje y ve a otro invasor venir hacia ella, elige un arma rápidamente y le dispara, el arma saca como un tipo de látigo de electricidad, acabandolo por completo. Sonríe, mientras sus dedos se mueven ágilmente por la palanca, y los botones que son apretados.

Lisa sonríe, ya que acaba de subir de nivel, pero el sonido del teléfono sonar le hace ponerle pausa al juego, salir de su habitación y salir corriendo a la sala, dónde toma el teléfono y lo lleva a su oreja.

—¿Diga?

—¿Dónde se supone que estás? Quedamos que nos veríamos en la cafetería Hope que está a unas cuadras de la Universidad, y no has llegado.

Lisa maldijo en su interior.

—Estoy ahí en veinte, no te vayas.

Colgó y regreso a su habitación, quitó la pausa y se dispuso a terminar lo más rápido que pudo esa partida, cuando lo hizo dejo en pausa el juego para jugar el siguiente nivel con tiempo y sin prisas. Apagó la televisión, dejo el control rosa en el buró de noche, tomó su ropa y entro corriendo al baño a darse una ducha.

Al salir, tomó su mochila, medio peino su cabello y salió corriendo.

Lisa se consideraba una Nerd, marginada que asistía a la Universidad, y no sólo ella, habían muchos así, pero había una diferencia...ellos no jugaban juegos, y ella sí. Es una jugadora de las mejores, incluso puede presumir cinco trofeos que tiene en su habitación, ya que había asistido a torneos presenciales, dónde jugó y ganó esos premios.

Ella no es muy reconocida, ya que los días que asistía a esos torneos, ella lleva un cubrebocas, unos lentes y un suéter tres tallas más grande, y una gorra. Obviamente ella no quería que se enteraran que era La Princesa Tai, porque sí, así se había llamado en el mundo de los videojuegos.

Corrió por la vereda, hasta llegar a la cafetería a la cual, se habían citado, entro de golpe, llamando la atención de algunos clientes, del mesero y cajero que estaban ahí. Su mirada recorrió toda la cafetería, sin encontrar a su objetivo, así que no tuvo de otra que acercarse al cajero.

—D-Disculpe.

—Dime — el chico de cabello rojo le sonrió, causando que ella se pusiera tímida. Sí, al estar encerrada en cuatro paredes la mayoría del tiempo, la hizo ser tímida y desplazada de la sociedad, por lo cual, era muy tímida enfrente de las personas, excepto enfrente del televisor y el micrófono de sus cascos.

—¿D-De c-casualidad...n-no vió a u-una chica c-castaña? — preguntó, él volvió a sonreír ante la timidez de ella.

—Se fue hace diez minutos, parecía molesta, así que pago el café que pidió y se fue — dijo.

—Ah, y-ya veo...mhm, g-gracias — hizo una pequeña reverencia y salió de ahí.

Bien, nuevamente tenía que hacer el proyecto sola, y no era por culpa de la otra persona, sino de sí misma por centrarse tanto en los videojuegos.

—Tú te lo ganaste Lisa, no culpes a nadie más.

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—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

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