Si, esa chica soy yo

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Todos los adolescentes tienen historias increíbles, o al menos piensan ellos. Todos tienen novios o novias que han sigo unos capullos, historias preciosas con final dramático, miles y miles de problemas que entonces parecen una montaña que nunca podrán conseguir superar y llegar a la cima pero, conforme creces, uno se da cuenta de que ésos problemas son simplemente chiquilladas frente a los problemas de un adulto.
Pues yo soy una adolescente y creo que todo eso que me ha contado siempre mi madre de "Ya veras lo que son problemas de verdad" "No te quejes, tu vida es fácil ahora espérate a ser independiente" "Cuando tengas un trabajo y una hipoteca que pagar, ahí si tendrás motivos para estresarte". Pues que queréis que os diga, para mi un adolescente tiene muchos mas problemas.
Punto numero uno: Un adolescente tiene que tener mucho cuidado con las notas (más aun si tus padres se creen que eres una puta superdotada y te exigen más de un ocho de media en cuarto de la ESO).
Punto número dos: Las víboras que hay sueltas. Esas tías que se creen las reinas del mundo por el echo de ser guapas y tener un buen cuerpo. Pues perdonar que os diga descerebradas que prefiero ser inteligente que tener unas tetas de una talla 100, llamarme loca.
Punto numero tres: Los amores. Me querrá? No me querrá? "Es que Pepita me ha dicho que Jose me ha llamado puta." "Joder tía es que le quiero pero se ha liado con su mejor amiga" bla bla bla. Si todos pasamos por esta etapa, pero nadie dice que sea agradable. Es un sin fin de subidas y bajas, líos y desgracia que en ese momento, te enamoras, piensas que es el amor de tu vida y luego cortáis. Te rompen el corazón, sufres, lloras, chillas y te prometes a ti misma, o mismo, no estoy muy profundizada en la mente de loa tíos pero supongo que no soy de piedra, creo, bueno pero te prometes que no te volverás a enamorar, que tu corazón esta roto y que corta al que se acerque antes de que intente "arreglarlo" y acabar rompiéndolo más de lo que ya estaba; te prometes no volver a sufrir por el amor. Echo que todos sabemos que se repetirá una y otra vez.
Y si a todo esto le sumas el echo de ser tia y que una vez al mes durante siete días tu coño se desangre cual catarata (perdón por ser basta) pues no ayuda a llevar esto con mucha alegría y ganas de vivir.

Bueno, aun no me he presentado. Mi nombre es Adele, soy una chica de pueblo, mi padre es abogado, es un hombre reservado, nunca pide consejos, el los da, es alto, rubio y con los ojos azules. Siempre me han exigido muy buenas notas lo que es gracioso porque mi madre pues era artista, pintaba y esas cosas pero ya sabéis, eso no tiene futuro, o eso debió de pensar ella cuando se dejo la carrera de bellas artes a medias, y luego yo no puedo sacar un 7 pero bueno, "es por mi futuro". La cosa es que ahora la mujer inteligente se ha separado de mi padre hará dos años y se ve en crisis, con mi custodia y sin trabajo, genial eh.
Yo, soy una chica físicamente del montón, mido 1,68, soy castaña y con los ojos azules, ni muchas tetas ni micho culo, no, no tengo unas curvas de miedo, pero bueno me da igual, si un chico me tiene que apreciar y querer por mi físico ese tio es pura basura social, punto.
Soy una chica sobresaliente, a base de constancia y horas y horas cara a los libros, mis padres siempre me han metido mucha presión con este tema. En verdad en cierto modo me alegro pero es excesivo a veces.
Siempre me han dicho que tengo una manera de enfocar las cosas diferente y especial pero bueno, no me gusta seguir los patrones marcados por la sociedad actual, creo que dan pena.
Y si, esa chica soy yo, la típica empollona que no tiene muchos amigos y que nunca le pasa nada interesante. Pero pronto todo esto iba a cambiar y mi vida iba a dar un giro de 360 grados al cual, sinceramente, no estaba preparada.

La vida de una chica cualquieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora