El corazón es efímero cuando se es inmortal

Capítulo 5

¿Por qué carajo se siente tan mal? Caín no era nada del otro mundo, claro era el primer asesino maldecido para el final de los tiempos por su padre, tenía un cuerpo que le encantaba con esos brazos enormes que le encantaban y que decir de su amiguito que de chico no tiene nada al contrario es tan grande en todos los lugares correctos al parecer, pero aun así eso no era motivo suficiente. Si él estaba ahora y en serio con la detective debería estar feliz por ella, con él le esperaba una vida a lado de un ser inmortal que podría dar todo por ella y que decir de un increíble sexo y por lo que vio con el detalle del pye también conseguiría un hombre detallista y... y maldita sea pero lo quería para él.

No quería que todo eso que representaba Pierce fuera para Chloe, se sentía tan sucio y egoísta por pensar eso de una de sus únicas amigas verdaderas, pero de verdad sentía la necesidad de estar con él, de intentarlo juntos ¿Por qué quien más tendría más sentido para una relación que ellos dos? Ambos inmortales, ambos maldecidos por el mismo ser y sin embargo lo estaban haciendo a un lado como si no fuera nada memorable, como si el no valiera la pena para luchar incluso enfrentar la furia del creador, pero claro que absurdo solo pensarlo, si no lo quiso para nada más que una noche que oportunidad había de que quisiera ser una pareja real para la eternidad, tan cursi como sonaba toda la línea de pensamientos fatalistas, la tristeza estaba regresando a su aura, pero no lo permitiría así tuviera que mentirse a si mismo por primera vez en su existencia.

Y efectivamente a paso lento y decayendo por momentos, Lucifer trato de sobrellevar toda la situación de la mejor manera, todos los días llegaba a la estación siendo su yo habitual tanto como era posible, tratando con fuerza de no desviar la vista a la oficina del teniente y omitiendo cualquier comentario sobre él y la detective, demasiado tenía con el entusiasmo de Ella hacia la relación de esos dos como para castigase mas por gusto propio.

Aunque el diablo no era el único que evitaba mirar de mas, el teniente constantemente se reprendía por mirar por algunos segundos a Lucifer, de pie y perfecto como si nunca hubiera pasado nada entre ellos, sabia también que los amantes ocasionales seguían desfilando por su ático diariamente y no podía evitar un deje de enojo, desazón... celos, para que mentirse a sí mismo, estaba celoso. En los últimos días saliendo con la detective, había llegado a sentir cariño real por ella, pero no podía comparar realmente el sentimiento que tenía por cada uno, había diferencias evidentes que no lo hacían justo.

Soltando un suspiro al observar por la ventana de su oficina a Lucifer molestando a Dan, salió para llamar su atención y hacerle una seña para que entrara a su oficina, ya había dado tiempo de por medio para tratar de mitigar sus emociones por él, además su trato con el diablo debía seguir en pie, morir no estaba a discusión, eso era el punto de todas sus acciones después de todo.

No tuvo más tiempo de seguir esa línea de pensamientos, Lucifer entro sin tocar la puerta, con su sonrisa característica y luciendo endemoniadamente sexi como siempre, carajo que todo se estaba volviendo un calvario.

"Dígame teniente ¿para qué necesita mi presencia?" sonó simple, menos entusiasta que de costumbre, pero no había dejado entrever nada, ni lo haría, por el odio que le tenía a su padre que no lo haría.

"Lucifer, desde hace un tiempo no hemos hablado ni intentado nada en cuanto a nuestro trato, ¿Por qué sigue en pie verdad o ya te retractaste?" sentado detrás de su escritorio solo podía observar al diablo en toda su gloria, era una distracción constante, era una lástima que no pudiera suceder, no ahora estando tan cerca.

"Claro que sigue en pie teniente, soy un diablo de palabra y te aseguro Pierce que te ayudare a terminar con tu miseria" claro que podría ayudarle a terminar con su miseria, quien más conocería la soledad y el dolor como el mismo, pero Caín era ta tonto que no podía ver el sin fin de oportunidades que tenía enfrente. "te espero saliendo de aquí en LUX, pasa directamente a mi piso, te estaré esperando con alguna idea" no dijo más, solo se fue sin dar segundas vistas.

"Marcus, ¿estas ocupado?" Chloe asomaba la cabeza por la puerta de la oficina sin entrar completamente.

"Pasa Chloe y no, ya termine la mayoría del papeleo, ¿necesitabas algo?" verla realmente lo distraía de toda la situación que tenía con Lucifer, era una bocanada de aire fresco muy necesario en este momento.

"No solo quería pasar a verte antes de irme a casa, le prometí a Trixie que la llevaría al cine, y bueno quería preguntarte si te gustaría ir a cenar después de la película?" Estaba tan roja ahora, se veía linda así, nerviosa alrededor de él, realmente se imaginó compartiendo su vida con ella, fue solo un segundo de flechazo claro.

"Hoy estaré un poco ocupado saliendo del trabajo y no se realmente a qué hora termine" vio claramente como Chloe desviaba la mirada y no le gusto el sentimiento "Pero, mañana te gustaría ir a cenar? Hay un restaurante de comida italiana al que me gustaría llevarte y después podemos pasar un poco de tiempo a solas" fue inmediato el alivio y la sonrisa en el rostro de la detective.

"Claro Marcus, me encantaría, entonces mañana te espero, bueno ya me voy por hoy, cuídate"

"Gracias, tú también ten cuidado y te veo mañana"

La vio dirigirse a la puerta y tomar el pomo para abrirla.

"oh y Chloe"

"¿Si?"

"Te ves hermosa hoy" dios definitivamente le gustaba el teniente, era tan atractivo en todos los aspectos que le gustaban en un hombre y la hacía sentir como una adolescente enamorada, eso si el sonrojo que tenía daba fe de algo.

"Gracias Marcus" con una sonrisa tímida salió apresurada.