CAPITULO 6 : CASA CONTAMINADA

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Hermione siempre había creído que era una verdadera Gryffindor de corazón.

Que incluso a través de los problemas oscuros, corruptos y vulgares que había enfrentado a lo largo de sus años como estudiante en Hogwarts, sería fiel a su palabra.

En la escuela, eso era cierto para Hermione, sin embargo, cuando llegó su cuarto año, sintió que sus verdaderas intenciones estaban contaminadas por las de la propia casa de Salazar Slytherin.

Solo un indicio, una pequeña fracción de magia oscura, intenciones oscuras, había logrado deslizarse en ella, incluso si era la porción más pequeña. Y la aterrorizó, realmente lo hizo

Después de que el que no debe ser nombrado, resucitó durante el Torneo de los Tres Magos, Hermione comenzó a buscar otras alternativas.

Ella había comenzado a investigar la magia oscura en la biblioteca con mucha más frecuencia.

Cuando Harry y Ron desaparecieron para jugar sus muchas partidas de ajedrez mágico, Hermione se fue a la sección restringida, buscando muchas respuestas diferentes para las muchas preguntas diferentes que tenía. Ella miró en maleficios, maldiciones oscuras y las tres maldiciones imperdonables.

La información que encontró asustó a Hermione. En Magia Oscura: maleficios, maldiciones y las imperdonables, había memorizado búsquedas y todas las maldiciones. Había escrito en varias hojas de pergamino la diversa información con la que se había encontrado, todo ordenado en diferentes secciones.

La forma en que investigó sin esfuerzo fue como si la hubieran puesto en la casa equivocada. Rowena Ravenclaw habría estado más que encantada de tener a Hermione en su casa

Cuando el trío no estaba ocupado distrayéndose, se mantenían unidos, fuertemente unidos como si fueran parte del ADN del otro.

Hermione había asumido el papel de una madre cariñosa para los niños. Al menos, así se sentía a veces. Constantemente estaba poniendo sus propias emociones en la línea solo para asegurarse de que Ron y Harry estuvieran bien.

No importa qué, ella siempre puso a sus amigos primero. Incluso a costa de su propia felicidad. Tal vez Hermione debería haber sido clasificada en la casa de Helga Hufflepuff.

Junio 1994

--- Todo va a cambiar ahora, ¿no? --- Preguntó Hermione, básicamente ahogándose en las palabras mientras miraba a los chicos a su lado al final de su cuarto año juntos.

Ellos la miraron con una especie de... pena. Justo como sabían, que lo que Hermione estaba preguntando era de hecho la verdad.

La cabeza de Harry colgaba hacia abajo como si estuviera avergonzado, avergonzado de haber sido víctima de Voldemort, avergonzado de que Cedric Diggory fuera otra víctima en sus enfermizas obras de búsqueda de poder.

Ron se quedó callado. Sus ojos ni siquiera intentaron encontrarse con los de Hermione en absoluto. Se limitó a mirar, directamente al patio, viendo a los numerosos estudiantes que inundaban los terrenos para ver a las otras escuelas salir de Hogwarts después de otro año agitado.

Sus ojos estaban... desolados.

Cuando Harry volvió a levantar los ojos para encontrarse con los de Hermione, había una falta de emoción en ellos. Los océanos una vez feroces y tormentosos dentro de sus ojos ahora se habían asentado, como si estuvieran ahora en calma antes de la tormenta. Desolado, Gris, Algo necesitaba reavivar el fuego dentro de él; no sabía si Harry lo sabía, pero Hermione sí.

La guerra se acercaba.

Harry comenzó a caminar hacia Hermione y le llevó la mano al hombro para consolarla. Ella no quería escuchar sus respuestas porque ya sabía la respuesta, sin embargo, hizo la pregunta de todos modos. Su cálida mano cubrió todo su hombro, y Harry usó su pulgar para acariciarla suavemente de alguna manera.

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